El VAR llegó a nuestro país el 31 de marzo de 2022 y desde su implementación en Primera División se ha desatado una fuerte controversia en cuanto al uso que se le ha dado a esta herramienta, la cual todavía ni siquiera ha llegado a las categorías de ascenso.
Lo cierto es que, mientras algunos todavía piden su inclusión en otras categorías del fútbol argentino, se supo que la FIFA analiza incluir una nueva herramienta. Se trata del Football Video Support (FVS), un sistema que promete ser más accesible y permitirá a los entrenadores intervenir directamente en las revisiones de jugadas.
¿Qué es el Football Video Support?
El FVS es una alternativa más sencilla al VAR, ofreciendo a los directores técnicos la posibilidad de solicitar hasta dos revisiones por partido. Sin embargo, si su reclamo no es válido, perderán una solicitud. A diferencia del VAR, aquí el árbitro revisará las jugadas únicamente a pedido de los entrenadores.
¿Cómo funciona el FVS?
Técnicamente, el FVS es mucho menos complejo: opera con solo cuatro o cinco cámaras y no requiere de un videoárbitro. Diseñado para competiciones con menos recursos, este sistema reduce costos al necesitar solo un operador que ajuste las imágenes para la revisión del árbitro.
Te podría interesar
Pruebas y resultados prometedores
El FVS ya se ha probado en competiciones como la Blue Stars/FIFA Youth Cup y en los Mundiales Femeninos Sub-20 y Sub-17. Los entrenadores han mostrado una buena aceptación de la herramienta. Pierluigi Collina, presidente del Comité de Árbitros de la FIFA, expresó su satisfacción con los resultados: "Este es solo el inicio de la evaluación y hasta ahora no hemos tenido sorpresas", comentó. Collina destacó que trasladar la responsabilidad de solicitar revisiones a los entrenadores reduce la presión sobre los árbitros.
¿Qué sigue?
Según el portal Mundo Deportivo, la FIFA espera la aprobación del International Football Association Board (IFAB) en los próximos meses para poder implementar el nuevo sistema en otros torneos. Si se aprueba, el FVS podría comenzar a usarse a nivel mundial el próximo año y, por supuesto, Argentina no sería la excepción.