Hoy en día, muchos hogares argentinos consumen frutas y verduras a diario, pero no siempre utilizamos el 100% de estos alimentos. En lugar de tirar las partes "no consumibles" a la basura, ¡puedes convertirlas en compost y nutrir tus plantas de manera ecológica!
¿Qué es el compost?
El compost es el resultado de mezclar diferentes materiales que se descomponen fácilmente, como cáscaras de papa, zanahoria, cebolla, huevo, residuos de café, sobras de arroz y más. Estos residuos vegetales, en lugar de terminar en la basura, pueden transformarse en un valioso abono para tus plantas.
Tres sencillos pasos para hacer compost en casa
1. Elige y prepara tu "compostador":
El compostador es el recipiente donde mezclarás tierra con tus residuos de comida.
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Puedes comprar un compostador fabricado para este fin o usar elementos caseros como macetas grandes (de al menos 40 cm de profundidad) o cajones de frutas.
Asegúrate de que el recipiente tenga agujeros para drenar líquidos y permitir la oxigenación, evitando así malos olores.
Agrega una primera capa de tierra y cúbrela con ramas pequeñas o serrín.
2. Aprende qué residuos agregar y cómo hacerlo:
Evita productos de origen animal, comida cocinada con grasas, excrementos de mascotas y residuos químicos.
Usa cáscaras de papa, zanahoria, huevo, cebolla, ajo, tallos y hojas dañadas de espinaca, acelga, lechuga, cáscaras de fruta, residuos de café, sobras de arroz, legumbres y yerba mate.
3. Riega el abono orgánico:
Mantén un cierto grado de humedad en el compost, sin encharcarlo.
Riega ligeramente las capas de residuos para facilitar la descomposición y obtener un abono nutritivo para tus plantas.
¡Ahora que sabes lo fácil que es crear compost con los desperdicios de tu cocina, puedes contribuir al medio ambiente reduciendo residuos y ofreciendo los mejores nutrientes a tus plantas! ¡Anímate y verás cómo tus plantas se desarrollan sanas y fuertes!