La albahaca es una planta aromática que se puede multiplicar mediante dos simples técnicas de jardinería: a partir de semillas o esquejes. Lo bueno es que este cultivo nos permitirá disfrutar de su sabor en las comidas, pero también podrá desempeñar su función protectora en nuestra huerta.
Ante esto debemos decir que la multiplicación de la planta de albahaca mediante esquejes resulta ser un método muy usado en jardinería ya que, en condiciones ambientales óptimas, permite obtener un nuevo ejemplar muy rápidamente.
Sin embargo, para que esto suceda y los esquejes consigan enraizar rápidamente, deberías aplicar una serie de cuidados sumamente efectivos que servirán para conseguir un próspero desarrollo del gajo.
Lo primero que debes tener en cuenta, según la recomendación de un experto en jardinería, es la selección del esqueje, ya que debe ser lo suficientemente largo como para que dos nudos del mismo queden bajo el agua tras quitarle las hojas de la base.
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Posteriormente, vas a ubicar el esqueje dentro de un vaso con agua y a esta la vas a cambiar, por lo menos, una vez a la semana para evitar la proliferación de microorganismos. Asimismo, deberías colocar el envase en un espacio luminoso, pero sin sol directo.
Transcurridos 14 días, aproximadamente, vas a poder ver que tus esquejes tienen una gran cantidad de raíces y están listos para ser trasladados hacia un sitio definitivo que puede ser una maceta o, mejor aún, en tu huerta justo al lado de los tomates para que pueda repeler las plagas que quieren atacar la fruta.
Si vas a usar una maceta para la siembra de tus esquejes, no olvides usar como sustrato una mezcla de tierra, compost y perlita y además deberás hacer presión tras ubicar el plantín para quitar todo el oxígeno.
Cuidados posteriores
Una vez que has colocado la planta de albahaca en su sitio definitivo, conviene protegerlos del sol la primera semana, ya que todavía son pequeñas y necesitan tiempo para arraigar y acostumbrarse a las nuevas condiciones.
En cuanto al riego, los expertos en jardinería recomiendan hidratar los esquejes de albahaca recién plantados entre 1 a 3 veces por semana siendo el riego por goteo el mejor método para mantener el grado de humedad justo en el suelo.