Continuando con la exploración del universo, un grupo de astrónomos descubrieron un nuevo planeta que podría arrojar respuestas sobre lo que sucede mucho más allá de nuestro mundo.
El conocimiento de todo aquello que nos rodea a desvelado a científicos del todo el mundo, llevando adelante varias investigaciones que nos permitan comprender mejor el universo.
En esa línea, Melinda Soares Furtado, becaria ‘Hubble’ de la NASA en la Universidad de Wisconsin, y el graduado Benjamin Capistrant, compartieron un sorprendente hallazgo que amplía lo que conocíamos del cosmos hasta ahora.
Se trata de un planeta que orbita alrededor de una estrella, situado a unos 73 millones de años luz de la Tierra. Pero lo que llamó la atención de la ciencia es las similitudes que se pueden establecer entre dicho planeta y la Tierra.
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Denominado como HD 63433d, este planeta presenta una superficie similar al nuestro, con una mínima variación de un 7.3 %. Además, la estrella sobre la que orbita es tan grande como nuestro sol, con una masa del 99%.
Sin embargo, las investigaciones llevadas a cabo en este mundo lejano han arrojado una edad estimada de 400 millones de años (en comparación con los 4,604 millones de años del Sol), abriendo la posibilidad de entender la evolución de los planetas en un entorno real.
Un viaje en el tiempo
Con ese objetivo en mente, este grupo de astrónomos se propone realizar esta especie de viaje en tiempo con el objetivo de profundizar en el conocimiento sobre la evolución de los mundos.
Esto podría llevarnos a comprender mejor la creación de nuestro propio sistema solar y arrojar algo de luz a varias de las preguntas que hasta hoy no tienen respuesta.
La posibilidad de vida
Además, aquí vuelve a aparecer una posibilidad de conocer las características de un mundo distante, tratando de entender si es posible la vida fuera de la Tierra.
En ese sentido, se supo que este planeta se encuentra relativamente cerca de su estrella madre, completando su órbita en tan solo 4.2 días.
Esto es muchos más cerca de lo que Mercurio se encuentra del Sol, sumado a que no rota sobre su eje, ofreciendo una cara que siempre da al sol con erupciones y lava, más su lado oscuro sumido en un mundo de hielo.
Si bien el HD 63433d no sería apto para la vida tal cual como la conocemos, los científicos no descartan la posibilidad de encontrar otras formas de vida en su interior, abriendo una nueva esperanza para la ciencia, el universo y la humanidad.