Los girasoles son una planta originaria de Norteamérica, y entre sus grandes beneficios, además de su belleza estética y ornamental por sus flores en color amarillo radiante, son los múltiples usos que se le brinda, desde la elaboración de aceite de cocina hasta biodiesel, otorgándole una gran popularidad alrededor del mundo.
Se detallarán cuáles son los principales cuidados que demanda, y qué secretos se esconden detrás de su plantación en macetas, para que sus distintivas flores amarillas crezcan y se desarrollen radiantes.
Secretos de jardinería: hoy, los girasoles
El proceso para cultivar esta planta en maceta comienza consiguiendo las semillas de girasol, se pueden comprar en un vivero, o en caso de disponer esta especie desarrollada se debe colocar sus semillas previamente en un recipiente cerrado herméticamente en la heladera por unos días.
El recipiente para plantar esta bella flor debe respetar el tamaño adecuado, siendo las macetas de 30 a 40 centímetros las ideales para que se desarrollen y crezcan de forma óptima. Un secreto importante es realizarle pequeños orificios al recipiente para que cumpla la función de un drenaje efectivo.
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La tierra debe ser vegetal o rica en nutrientes y de buena calidad, si se le añade un poco de abono se le brinda una fuente extra de alimento. Con el sustrato ya reposando en la maceta, la semilla del girasol se introduce con una profundidad aproximada de 2 a 3 centímetros, separándolas entre ellas a una distancia de 10 cm.
Los girasoles mientras más crecen, más agua necesitarán, regándolas de forma diaria durante las primeras dos semanas. Demandan de iluminación directa por lo menos 6 horas al día, siendo el jardín o espacios del hogar iluminados los ideales para que repose.
La planta florece durante el verano y a comienzos del otoño, caracterizándose por su tallo robusto que alcanza hasta los 3 metros de altura, sumando la radiante tonalidad de sus flores.
Cuando se habla de girasoles, su principal belleza ornamental radica en el inmenso tamaño de sus flores, alcanzando entre 20 y 30 centímetros de diámetro, con la tonalidad amarilla tan característica. Tanto su plantación, como los posteriores cuidados, son muy simples, transformando a esta popular especie en una infaltable en el jardín de los hogares.