La funcionalidad de los cercos vivos es muy amplia, además de la tarea de recubrir los límites del jardín y ganar privacidad en el hogar, también contribuyen a una armonización entre agricultura, ganadería y lo más importante: la conservación del entorno natural con la elección de múltiples plantas.
Los cercos vivos en sí son aquellas alineaciones de árboles colocados con muy poco espacio entre ellos, formando una especie de muro para dividir áreas. Y en esta nota se presentarán cuáles son las mejores alternativas para ganar privacidad en el jardín con las plantas más idóneas para dicha función.
Recomendaciones: tips y secretos
La similitud de estas 4 especies es que demandan de muy sencillos cuidados, y se destacan por su belleza ornamental y su funcionalidad como protectora de sonidos.
La primera recomendación es una de las plantas más populares y utilizadas en todo el mundo, hablamos del Ligustrum, conocido también como aligustre o ligustrina. Demanda de fáciles cuidados y soporta tanto altas como bajas temperaturas; se adapta a todo tipo de suelos y es una planta de muy rápido crecimiento, alcanzando los 2 metros en poco tiempo. Produce flores blancas pequeñas tubulares y brinda un fruto negro.
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La caña de bambú es otra opción válida para formar un cerco vivo. Es una especie que va a durar todo el año verde, es muy resistente, sus hojas no se caen, no necesita abono ni riegos abundantes. Lo único en lo que habrá que estar atentos es con su crecimiento, controlándolo con una poda frecuente para que no se expanda por todo el jardín.
Otra planta que florecerá durante la mitad del año, revistiendo al jardín de una belleza particular, es el Jazminum Mesnyui o jazmín amarillo. Su popularidad se explica por los simples cuidados que necesita: muy pocos riegos y se debe podar con cierta frecuencia para darle la forma deseada y mantener su sentido ornamental y estético.
La última recomendación para cerco vivo es la Pyrostegia Venusta, o Liana de fuego. Es una de las plantas que regala las flores más bellas, y su nombre está relacionado a la similitud con una cortina de fuego que se forma gracias a su tonalidad naranja radiante. Es una enredadera nativa de Sudamérica que desarrolla tallos leñosos que funcionan como su sostén. Sus flores son abundantes y solamente se deben evitar las paredes muy calientes porque puede secar sus hojas, y como detalle importante: florece todo el invierno.
Los cercos vivos deben ser una de las primeras opciones al momento de pensar en las divisiones del hogar. No solo se revestirá de belleza ornamental, sino también de naturaleza y especies de plantas que se caracterizan por sus hojas, flores y particulares fragancias.