Los churros son unos deliciosos manjares de masa frita que todos amamos. Su crujiente exterior y su interior suave y esponjoso hacen que sean una elección favorita para la merienda o el desayuno en muchas partes del mundo. Sin embargo, para aquellos que tienen restricciones dietéticas, como la intolerancia al gluten y la lactosa, preparar una receta de churros clásicos puede parecer un sueño inalcanzable.
Pero no te preocupes, hoy te presentamos una receta de churros sin gluten, sin lactosa y sin huevos que no solo es apta para personas con estas restricciones alimenticias, sino que también conserva ese sabor y textura características que hacen que los churros sean tan irresistibles. Así que prepárate para deleitar tus papilas gustativas con estos churros que son igual de crocantes por fuera y húmedos por dentro que los clásicos.
Ingredientes
- 150 gr de harina de maíz precocida sin gluten
- 275 gr de agua tibia
- 3 gr de sal
- 10 gr de azúcar
- Aceite para freír
- Azúcar para rebozarlos (opcional)
Modo de preparación
Es muy importante hacer estos churros con harina de maíz precocida, ya que lo que se hace normalmente es cocinar la harina, pero en esta receta omitiremos ese paso.
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El primer paso de la receta es colocar el agua tibia, la sal y la azúcar en un recipiente. Mezcla muy bien todos los ingredientes para que se disuelvan en el agua.
En un bol coloca la harina y cuando tengas el agua lista, viértela para mezclarla con la harina.
Mezcla para integrar todos los ingredientes hasta que no queden restos de harina y se forme una masa homogénea. Al principio parecerá una masa blanda, pero a medida que la harina se hidrate tomará firmeza.
Una vez lista déjala reposar por al menos 10 minutos para que obtenga la consistencia perfecta.
Para formar los churros puedes utilizar la churrera que quieras, incluso una manga pastelera con pico rizado.
Forma un chorizo de masa e introdúcelo dentro de la churrera. Tapa la bocilla y presiona bien la masa para que quede compacta y sin aire.
El siguiente paso es poner a calentar abundante aceite para que los churros se sumerjan con comodidad y se cocinen de manera uniforme.
Cuando el aceite este caliente, comienza a formar los churros. Para que queden perfectos puedes ayudarte con un tenedor sujetando la masa y asegúrate de que todo el tiempo el fuego este alto.
Al ser una masa tan blanda no hay riesgos de que exploten, sin embargo, es mejor mantener el rostro alejado mientras se fríen.
Antes de añadir mas churros, chequea que los primeros no se peguen entre sí. Cuando estén duritos por fuera añade los siguientes y cocina hasta que estén dorados.
Luego retíralos y colócalos en un colador o en un plato cubierto con papel de cocina para escurrir el aceite.
Como paso final de la receta puedes pasar los churros por azúcar para agregar un toque dulce por fuera. Espero que te animes a prepararlos porque son una delicia.