Todos los cactus que se conocen tienen una más características que lo hacen únicos y llamativos, por lo que siempre es buenos incluirlos en la colección de plantas que tenemos en casa, más aún si se trata de una especie que cambia de color, tal como sucede con la Gymnocalycium mihanovichii.
Sucede que esta especie de cactus, endémica de Argentina, más precisamente de las provincias de Formosa, Chaco y parte de Santiago del Estero; como así también del vecino país Paraguay, sobresale del resto de las plantas de su tipo por su capacidad para mutar de color.
Lo primero que debemos decir es que se trata de una especie de “cactus mutante”, ya que es en realidad una combinación de dos cactus. Normalmente, la parte de arriba de colores llamativos es una variedad de cactus Gymnocalycium, mientras que el tallo suele ser Hylocereus.
Al respecto de este punto de su aspecto, es importante remarcar que la parte superior de este cactus solitario suele llegar a exhibir una pigmentación amarillo, naranja, rosa o roja, mientras que el resto el verde.
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Esto se debe a que la “gorra” o “globo” que se forma en la parte superior no puede producir clorofila y por ese motivo siempre puede ir variando de tonalidad, pero nunca la vamos a encontrar con el verde típico de las de su especie.
Por otro lado, esta planta se ubica entre las más solicitadas para ser empleadas en ornamentaciones, ya que produce unas flores de 4 a 5 cm de longitud y forma de campanilla o embudo de varios colores, las cuales no se abren por completo y tienen una apariencia sedosa.
En definitiva, se trata de una especie de cactus de inigualable aspecto y tan especial que tiene motivos de sobra para ser parte de tu colección más preciada.
Sobre sus cuidados
Esta planta, también conocida como Cactus lunar requiere algunos cuidados para mantenerse siempre sana y fuerte, siendo uno de los más importantes el del riego, ya que necesita de sol parcial, con al menos cuatro a seis horas diarias de luz solar directa, ya sea por la mañana o por la tarde para evitar el sol intenso.
Por otro lado, su riego debe ser moderado, ya que solo debes hidratarla cuando el sustrato se encuentre completamente seco. La frecuencia que recomiendan los expertos es una vez al mes durante el invierno, pero el resto del año precisa una mayor regularidad.
Por último, debes saber que esta es una de las plantas que no requiere abono, pero si quieres darle un plus de nutrientes en el sustrato, procura elegir alguno que sea de liberación lenta para que se mantenga siempre fortalecida.