Reproducir tu preciada planta de lavanda mediante esquejes, es sin dudas la opción más rápida y útil para poder multiplicar esta especie tan valorada en la decoración de interiores y exteriores.
Sin embargo, para que el proceso sea realmente exitoso, se deben tener en cuenta una serie de pasos claves para el desarrollo futuro de la planta de lavanda. Ante esto, te dejamos una guía con el paso a paso para que logres la mejor reproducción mediante esquejes.
Ten en cuenta que antes de iniciar el proceso de multiplicación deberás tener a mano todas la herramientas necesarias, como las tijeras de podar limpias y afiladas, el sustrato ligero y bien drenado y hasta la maceta en la que vas a sembrar el esqueje.
Luego, avanzamos hacia la selección del vástago, ya que será muy importante elegir una planta madre lozana que tenga una excelente crecimiento, puesto que sus tallos y hojas también serán sanos y fuertes.
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Entonces, con el tallo elegido, procederemos a realizar el corte de la planta madre procurando que el esqueje elegido tenga entre 7 y 10 centímetros de largo y se ubique justo por debajo de un nudo o yema. Recuerda que el corte debe ser siempre de forma diagonal y que el esqueje debe tener varias hojas.
Posteriormente, se deben quitar las hojas inferiores del esqueje y se sumerge solo la base en un recipiente con hormona de enraizamiento, la cual es muy empleada para promover un mejor enraizamiento.
Mientras tanto, hay que llenar la maceta en la cual vamos a cultivar los esquejes, en donde el esqueje debería ser una combinación de sustrato universal, humus de lombriz y fibra de coco para facilitar el drenaje.
Por último, se deben realizar pequeños agujeros sobre la tierra y con mucho cuidado ubicamos cada esqueje separados entre sí a una distancia prudencial de aproximadamente 5 centímetros.
Finalmente, siguiendo este sencillo procedimiento, conseguirás que la técnica para multiplicar tu lavanda mediante esquejes sea totalmente efectiva y en solo algunas semanas podrás apreciar los excelentes resultados.
Cuidados posteriores
Una vez efectuada la siembra de nuestros esquejes de lavanda, será fundamental aplicar ciertos cuidados para que la planta crezca correctamente. Entre estos, debemos ubicar la maceta en un sitio cálido y bien iluminado, pero nunca bajo los rayos del sol directo.
Por otro lado, el riego también es muy importante, ya que se debe procurar mantener el sustrato siempre húmedo, por lo que recomiendan aplicar riegos de cantidad reducida pero con mucha frecuencia; es decir, cada dos días.
Luego de 6 semanas, aproximadamente, tus esquejes tendrán ya varias raíces y cuando notes resistencia al intentar retirar suavemente los esquejes, será momento de colocarlos en una maceta individual o directamente en el jardín para que pueda crecer en plenitud.
En conclusión, gracias a este sencillo procedimiento conseguirás multiplicar muy rápido tu planta de lavanda y así podrás admirar su encantadora apariencia, disfrutar de su exquisito aroma y aprovechar al máximo sus múltiples propiedades medicinales.