La lavanda es una de las plantas aromáticas más elegidas para tener en el hogar, pues la misma no solo es hermosa, sino que también es perfecta para aromatizar cada rincón y es perfecta para decorar, gracias a sus hermosas flores violetas.
Al mismo tiempo, la lavanda posee propiedades increíbles para nuestra salud, pues la misma tiene un gran efecto sedante, antiinflamatorio, digestivo, antibacterial, cicatrizante y antiséptico, por eso es una de la plantas perfectas para tener nuestro propio jabón natural.
Pues una forma de disfrutar sus propiedades puede ser a través de su uso como jabón, pero estos efectos se tienen cuando es un jabón natural y no uno que conseguimos en la tienda. Si bien en este último tiempo nos podemos encontrar con muchas emprendedoras que producen y venden este tipo de jabón, una buena forma de lograrlo y obtenerlo es preparándolo nosotros mismos.
Hoy nosotros te mostraremos como preparar tu propio jabón de lavanda natural para que aproveches y disfrutes sus grandes beneficios, para esto primero necesitas conseguir:
700 grs de glicerina
1/2 taza de brotes de lavanda deshidratados
1 cucharadita de arcilla blanca
1 cucharadita de manteca de lavanda (puede reemplazarse con manteca de carite o cacao)
1/4 cucharadita de semillas de amapola
Colorante vegetal violeta (puedes evitarlo si quieres)
10 gotas de aceite esencial de lavanda
Molde para el jabón
Como hacer tu propio jabón
Lo primero que debemos hacer es tomar un recipiente y allí pondremos la glicerina cortada en cubos junto con los brotes de lavanda, llevamos a baño maría y dejamos que se derrita nuestra lavanda, una vez que la misma tenga una consistencia líquida, procederemos a colarla.
En el recipiente que la dejemos le añadiremos 1 cucharadita de arcilla blanca y comenzamos a integrarla con una espátula de silicona, sin dejar de mezclar añadiremos la manteca de lavanda, una vez que integramos este elemento añadimos las semillas de amapolas y mezclamos nuevamente.
Ahora es el momento de añadir nuestro colorante y luego de integrarlo a la mezcla tendremos que añadir el aceite esencial de lavanda, seguimos revolviendo muy bien hasta que logremos que la arcilla esté completamente integrada y nuestra mezcla de glicerina obtenga una consistencia más espesa.
En ese momento pasaremos nuestra mezcla de jabón de lavanda a un molde y esperaremos a que tome consistencia de jabón, si quieres cortarla para que quede más pequeña la mejor opción es hacerlo cuando esté tibio que será más fácil.