Con la llegada del invierno, los árboles comienzan a perder su colorido manto y el suelo se va cubriendo poco a poco de hojas secas. Lo que muchos no sabían es que, con ellas, podemos constituir un material vegetal riquísimo en nutrientes. Sin embargo, hay que saber cómo tratarlas para que no perjudiquen a las demás plantaciones del jardín.
El jardín, al igual que el huerto, agradece un buen compostaje, y una de las maneras de dárselo es a través de las hojas secas, las cuales se descompondrán y enriquecerán el suelo con sus propiedades. A continuación, te cuento 3 formas de utilizarlas a favor de tus especies.
1. Mulching
El mulching es un acolchado de hojas, que sirve para nutrir la tierra y para dificultar el crecimiento de malas hierbas. Su misión es proteger a las plantas del frío y sobre todo de las heladas, mientras que en verano conserva la humedad para que no se evapore.
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Además, protegerá la estructura del suelo de ser dañada por fuertes lluvias. Este acolchado natural, nutrirá la tierra a medida que se descomponga. Por eso hay que tener en cuenta que hay que reponerlo con cierta frecuencia. Es recomendable agruparlas en los cantaros o bajo los árboles.
2. Para compost
Las hojas secas sirven para incorporarle carbono al compost y para ahuyentar los malos olores que se generan con los residuos húmedos. Al incorporarle, materiales secos como las hojas, papel de diario y cartón, funcionará mucho mejor. Así lograrás que tu abono natural mejore el crecimiento y la nutrición de tus plantas.
3. Abono de hojas
Si quieres que tus amigas verdes luzcan radiantes aun en invierno, puedes recurrir a este eficaz abono casero. Llena un tarro con hojas secas, agrégale agua y tápalo bien. Lo debes ir revolviendo una vez por día durante siete días seguidos.
Una vez que haya pasado ese tiempo, puedes usar ese líquido para regar tu jardín. Con el paso de los días, notarás que tus plantas resplandecen más que nunca.