Dentro de los cuidados de las plantas del hogar, el riego representa uno de los aspectos centrales a tener en cuenta. Lo más importante es saber que no toda la vegetación debe ser tratada por igual, esto quiere decir que según la especie demanda mayor o menor cantidad de agua, y una frecuencia completamente diferente de riegos.
Al momento de adquirir una nueva especie para el jardín o el interior del hogar, lo primero que se debe hacer es averiguar cuál es la frecuencia de riegos que necesita. Esto favorecerá al desarrollo y posterior crecimiento de la planta en cuestión.
Consejos y recomendaciones para el riego
Jardineros expertos han clasificado a las plantas en tres tipos de especies relacionándolas con el agua que necesitan. Una de ellas debe regarse cuando la tierra está completamente seca, la segunda necesita mantener el sustrato húmedo en todo momento, y por último, con los cactus y suculentas como especies principales, resisten a largos períodos con la tierra seca.
Para conocer a qué grupo pertenece la vegetación, la floración o sus hojas muchas veces reflejan con distintos síntomas la necesidad de agua o una posible abundancia. La resequedad, manchas o especies marchitas son las principales alarmas a tener en consideración.
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Otro aspecto que modificará sustancialmente la cantidad de riegos son las estaciones del año, es decir las distintas temperaturas. Hay plantas que en otoño y verano demandan una mayor cantidad de agua que en primavera e invierno, subsistiendo por sí solas dichos meses. Mientras que otras especies se desarrollan en períodos de climas fríos, por lo que será importante mantener el sustrato húmedo en todo momento.
En el momento del riego se aconseja que sea de forma cuidada, agregando agua poco a poco para analizar cómo responde la tierra y la velocidad de absorción del sustrato, siempre teniendo en consideración un buen sistema de drenaje.
Si hay un error que se detecta en la mayoría de las plantas marchitas, es que no poseen un buen sistema de drenaje. Las macetas nunca deben quedar cubiertas con agua que no se haya filtrado en la tierra, vertiendo dichos sobrantes.
Por último, existen tres tipos de riegos que necesitan las plantas del hogar. El tradicional, con ayuda de una regadera hasta que el agua drene por completo. Por inmersión, utilizado en aquellas especies que demanden una mayor cantidad de agua; el método es, como su nombre lo indica, colocando la planta en un recipiente con agua por algunos minutos. Y finalmente con pulverizador, ideal para la vegetación que demanda humedad constante.