A la hora de poblar nuestro jardín de flores, la Lonicera o popularmente conocida como Madreselva es una variedad de plantas que nos aportará una inmensa gama de colores.
Cabe destacar que la Lonicera posee un total de 180 especies de plantas que brindas sus mejores flores pasando por tonalidades como el blanco, rosado, naranja entre otros.
Además, esta planta también tiene propiedades que te nos ayudarán a mantener alejadas algunas plagas que se pueden hacer presentes en el jardín, como por ejemplo los pulgones.
Dentro de sus principales características, la Madreselva es una planta de estilo trepadora en forma de arbusto. Es originaria de zonas como Europa, Asia y América del Norte donde se suelen encontrar con mayor facilidad.
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Variedades
En cuanto a su poder ornamental, la Lonicera se divide en diversas variedades que nos ofrecen diversos colores y formas para aprovechar en nuestros jardines.
La Lonicera japonica (Madreselva japonesa) suele cicatrizarse por sus flores en tono blanco y cremosas, que suelen cambiar a un color más amarillento con la edad.
La Lonicera periclymenum (Madreselva europea o madreselva silvestre) presenta flores en color rojo con una interior amarillo y se destacan por su aroma característico.
La Lonicera caprifolium (Madreselva italiana) tiene su toque distintivo con flores rosadas por fueras y amarillas por dentro con un alto potencial aromático.
La Lonicera sempervirens (Madreselva trompeta o coral) se destaca por sus tonalidades rojas en las flores aunque algunas pueden llegar a ser en tonos amarillos
La Lonicera tatarica (Madreselva tártara) suele presentarse con flores de tono rosa aunque también podrían aparecen algunas en banco.
Cuidados
La Madreselva es conocida por su inmensa cantidad de flores, siendo su principal temporada la primavera. Allí la planta suele mostrara todo su esplendor e incluso algunas especies pueden extender su floración hasta principios de verano.
Si bien cabe destacar que esta planta suele ser resistente a las bajas temperaturas, lo cierto es que prefieren climas cálidos que oscilen entre los 15 y 27 grados. Además, suelen adaptarse sin demasiados inconvenientes a su cultivo tanto en tierra como en maceta.
A la hora de los cuidados la Lonicera preferirá un espacio donde reciba luz directa al menos 6 horas al día, siendo un punto clave para que nos brinde los mejores colores de sus flores.
En cuanto al riego, la planta puede llegar a ser muy tolerante a la sequía con el paso del tiempo, aunque se deberá prestar atención en los primeros años para evitar que se marchite.
Por último, dejamos un párrafo especial para el abono, dado que la planta necesita una tierra con una alta dosis de nutrientes, más aún si es cultivada en maceta. Para ello se pueden implementar preparaciones orgánicas como el compost o algún fertilizante líquido antes del inicio de la primavera.