La albahaca se ha transformado en una de las plantas aromáticas más frecuentes en los hogares, emergiendo como alternativa para un sinfín de recetas gracias a su característico sabor y propiedades para la salud. Es originaria de India, Persia, Irán, Pakistán y las regiones tropicales de Asia y actualmente una aliada clave en las cocinas de todo el mundo.
Su nombre científico es Ocimum basilicum y una de sus características centrales es que se trata de una planta simple de cultivar, mantener y reproducir en el hogar. Las dos técnicas que se recomiendan para su multiplicación son a través de esquejes o semillas.
La plantación de la albahaca es también muy sencilla, incluso para un aspirante a jardinero experto. Como primer paso se debe preparar la tierra, siendo aconsejable mezclar la tierra con arena y compost para brindarle al suelo una textura porosa. Este proceso debe realizarse en primavera u otoño, cuando las temperaturas son constantes.
Las semillas de albahaca se colocan a una profundidad de un centímetro, y al comienzo debe regarse frecuentemente; lo ideal sería cada dos días, con especial atención a que la tierra nunca quede empapada. A los 3 o 4 meses la planta ya estará lista para la cosecha: se debe cortar la planta por encima del segundo par de hojas, siempre dejando algunos centímetros del tallo para que continúe con su proceso de crecimiento.
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Reproducción de la albahaca
El procedimiento para multiplicar la planta por esquejes es el más simple y eficaz; se debe cortar una rama y colocarla en un vaso con agua limpia, a los pocos días (una semana, aproximadamente) ya habrán comenzado a brotar las raíces y se plantará en una maceta o huerta donde se desarrollará por completo.
El verano es el momento ideal para realizar la multiplicación de la albahaca, donde el calor y la humedad favorecerán a su desarrollo. Los principales cuidados a considerar son: primero la iluminación directa un par de horas al día, y como segundo recaudo mantener el sustrato húmedo en todo momento, en especial con las altas temperaturas.
La albahaca puede ser utilizada en un sinfín de recetas, y además de saborizar las comidas ofrece múltiples beneficios para la salud. Contiene propiedades antioxidantes, antibacterianas, antivirales, relajantes, digestivas y estimulantes del sistema respiratorio y expectorantes.
Tanto el proceso de cultivo como la reproducción de la albahaca son tan simples que transforman a esta planta en una especie infaltable en el jardín del hogar. Su consumo en recetas es muy amplio y sus propiedades la transforman en una gran aliada para el cuidado de la salud.