Si eres uno de esos amantes felinos que ha decidido dar la bienvenida a un adorable gatito bebé en su hogar, esta nota te será de mucha ayuda. En esta oportunidad, vamos a desentrañar los secretos para cuidar y criar a tu pequeño amigo peludo con todo el amor y conocimiento que se merece. Los gatos, esos seres curiosos y enigmáticos, tienen necesidades únicas en su primera etapa de vida, y estamos aquí para brindarte las sugerencias y trucos más acertados.
Antes de dejarte llevar por esas irresistibles orejitas y ojitos brillantes, es esencial entender que, a pesar de su afabilidad, los gatos son una especie particular. Son como la mezcla perfecta entre tener un peluche cariñoso y un espíritu independiente. Aunque en sus miradas se encuentra un amor incondicional, también llevan consigo una dosis de ese "no me importa" tan característico. Así que, prepárate para aprender los cuidados específicos que estos seres peludos requieren.
Sugerencias y trucos
Principalmente, debes conocer la evolución de los primeros días. Los gatos de 0-4 días están ciegos y sordos, y aún conservan el cordón umbilical. Luego de los 5 o 6 días, todavía no abren los ojos. Su movimiento es torpe y muy reducido. Ya no tienen el cordón umbilical.
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Antes de los 9 días, comienzan a oír. Entre los 9 y los 12 ya se arrastran, de los 14 a los 21 día empiezan a caminar. A las 3 semanas sus dientes comienzan a salir.
Si el gatito llega a tu casa en esta etapa, debes crear un espacio idóneo para él, necesitan un entorno confortable donde se sientan protegidos.
Duermen el 80% del tiempo, por eso el espacio debe de descanso debe ser apropiado. Lo ideal es que este en una habitación tranquila y con pocos ruidos. Puedes ponerlo en una caja cómoda con bordes altos o una caja para transportarlo. De esta manera evitarás que puedan salir y se mantendrán cálidos.
Los gatos de pocas semanas pueden sufrir hipotermia porque no son capaces de regular su temperatura. No deben estar en contacto directo con la fuente de calor, pero si puedes taparlos con mantas suaves.
En cuanto a la alimentación, lo ideal es que beban la leche de su madre, en caso de no ser posible escoge una leche especial para gatitos. También es importante que uses una tetina para su biberón que se adecúe a su tamaño.
Al comienzo comerá cada 2-4 horas. La leche debe estar a una temperatura de 35-38 grados. En lo posible, colócalo como si estuviera mamando con su madre: en una superficie plana, apoyado sobre su pecho y la cabeza levantada.
Los gatos recién nacidos no son capaces de orinar y defecar por sí mismos. Empezarán a controlarlo a las tres semanas de vida. Hasta ese momento es su madre quien los estimula, lamiendo la zona genital y anal.
Para asegurar su higiene puedes pasar suavemente una gasa humedecida y escurrida por el abdomen y zona genital y anal de tu gatito. De este modo consigues que orine. Puede defecar solo una vez al día. Pero si transcurre más de día y medio, acude a un veterinario.
Si adoptas un gato de 3-4 a 8 semanas debes considerar otros cuidados. A medida que el gatito empieza a hacerse grande, comenzará a regular su temperatura, explorar y aparecerán sus primeros dientes.
Cómo su cuidador debes ayudar a se asee solo. Coloca una bandeja de arena y estimúlalo para que orine cuando lo coloques en ella.
Los gatos con 3-4 semanas comienzan a comer sólido y reducen su toma de leche, pero aún la necesitan. Ofrécele alimento húmedo o seco adecuado a su edad.
Es clave que los invites a explorar. Puedes armar un espacio específico para eso. También debes comenzar con su vacunación y desparasitación.
Esperamos que te sirvan estos consejos. Cúmplelos correctamente ya que las primeras semanas de los gatos recién nacidos son las más complicadas, pero son vitales para verlos crecer sanos.