Varios artículos señalan que interactuar con la naturaleza, puntualmente con las plantas, mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y el enojo, pero también ayuda a sentir una sensación de bienestar psicológico muy agradable.
Ante esto, sería muy positivo poder hacer parte del cuidado de las plantas del jardín y de la naturaleza a los niños de la familia y en esta nota te contamos cómo conseguirlo de una forma muy didáctica.
Es que aunque al principio para los chicos resulte una actividad atractiva y bastante divertida, con el paso del tiempo podrás apreciar que han conseguido entablar un lazo entrañable con la naturaleza.
Entonces, para introducirlos poco a poco en el mundo de la jardinería, lo primero que debes tener en cuenta es que ellos necesitan tener su propio espacio dentro del jardín. Por eso sería bueno que puedan tener sus propias herramientas y equipos de jardinería para realizar las labores. Siempre acorde a su tamaño para que las puedan manejarlas.
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Además, puedes hacerlos partícipes en la planificación y diseño de un jardín, lo más bonito posible, para poder disfrutar en familia.
Ten en cuenta que los niños son muy curiosos, motivo por el cual te recomendamos cultivar plantas con flores que atraigan mariposas, mariquitas y otros insectos llamativos, que a ellos les encantará ver con frecuencia en el jardín de su casa.
Incluso, puedes también crear una huerta urbana con maíz, girasoles, tomates, fresas y calabazas, ya que seguramente los niños se sentirán muy felices de aportar en el cuidado de estos vegetales que luego se convertirán en ingredientes de sus comidas.
Por otro lado, resulta muy útil para que se sientan parte de las tareas de jardinería si los alientas a cavar en la tierra y hasta le permites crear un espantapájaros con sus propias manos para mantener bien protegidas las plantas.
Por último, y no por eso menos importante, sería conveniente que tanto niños como adultos compartan las visitas a los viveros, los jardines botánicos, granjas infantiles y los jardines comunitarios, ya que todos encontrarán algo nuevo que aprender y luego podrán plasmarlo para el cuidado de las plantas del propio jardín.
Nuevas habilidades
La constante interacción con las plantas y su mantenimiento sirve para que los pequeños adquieran confianza en sí mismo y comiencen a entender, de una forma muy pedagógica, la importancia de la responsabilidad sobre los cultivos.
Asimismo, les despierta un gran amor por la naturaleza, los ayuda a entender de donde provienen algunos alimentos, promueve el trabajo en equipo y hasta los mantiene físicamente activos.
En conclusión, al involucrar a los niños en el cuidado de las plantas del jardín, podrán ayudarlos a que desarrollen valiosas habilidades y valores muy importantes para toda la vida.