Si bien la época invernal se caracteriza por dejar a nuestras plantas en un profundo letargo, lo cierto es que una temporada ideal para empezar a diseñar nuestro jardín a la espera de la primavera.
Es por ello que la planta de Amapola se convierte en una opción ideal para sembrar sobre la temporada fría con la ilusión de conseguir sus mejores y bellas flores a principios de la primavera.
La Amapola es una de las plantas más buscadas por paisajistas dado que sus bellas y delicadas flores llenan de color los jardines año a año. Esto se debe a su amplia gama de colores que varía desde sus flores rojas, rosadas, lilas, blancas, grises, entre otros.
Además, es una planta ideal para combinar con la siembra de huerta como por ejemplo los espárragos, chauchas, berenjenas o ajíes.
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Esto se debe a que es una planta que soporta bien las bajas temperaturas, sumado al hecho de que además de llenar de colores tu jardín, su flor también es comestible aportando un delicado sabor a tus preparaciones.
Cultivo y cuidados
En cuanto al cultivo, cabe destacar que las Amapolas no toleran los trasplantes por lo que su siembra se hace de manera directa sobre la tierra. También se adaptan bien a su cultivo en maceta.
Para la siembra, debemos disponer las semillas con una distancia de 15 a 20 centímetros entre planta y planta a la vez de que se recomienda remover un poco la tierra antes de sembrar eliminando los terrones grandes.
Por otra parte, las flores de las Amapolas son consideradas rústicas y se convierten en una opción ideal para aquellos que recién se inicien en el mundo de la jardinería.
Lo cierto es que esta planta no necesita demasiados cuidados, sino más bien estar atentos a algunos consejos para que pueda sobrevivir sin inconvenientes en tu huerta o jardín.
Con respecto a luz, se recomienda que la planta reciba buenas dosis de sol de manera directa. En cuanto al suelo, prefiere uno con buen drenaje que evite los encharcamientos.
No obstante, la planta de Amapola tendrá la capacidad de adaptarse a cualquier tipo de clima, incluso resistiendo las bajas temperaturas y las épocas de sequía. Si la cultivas sobre el último mes del invierno, te dará sus mejores flores al inicio de la primavera.