La receta que seleccionamos para el día de hoy, conocida como Tarta Botlikh, comenzó su historia hace más de 100 años, cuando los antiguos pobladores de la región del Daguestán, en el Cáucaso Norte comenzaron a hornearla con motivo de acompañar la celebración de bodas y fiestas regionales. Sin embargo, su expansión territorial (por así decirlo), se debe a que esta preparación puede conservarse durante mucho más tiempo que una tarta dulce tradicional, lo cual favoreció que tanto pobladores como visitantes, decidieran llevarla en sus largos viajes, desparramando sus sabores por toda la región.
Cabe destacar, que la característica más particular de esta receta, es su relleno de dos capas compuesto de nueces y albaricoques, (frutos típicos de la región), los cuales combinados con una masa que guarda bastantes similitudes con la masa quebrada le otorgan un extraordinario sabor al paladar y la convierten en un postre contundente.
Así que, sin más preámbulos te invitamos a recorrer el paso a paso de esta receta, y deleitar a tus seres queridos con sabores de otras partes del mundo que fácilmente puedes preparar en casa.
Ingredientes:
- 450 gr de harina
- 200 gr de yogurt natural o yogurt griego
- 40 gr de azúcar
- 100 gr de mantequilla
- 1 huevo
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 yema
- 1 cucharadita de leche
Para el relleno
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- 200 gr de azúcar
- 200 gr albaricoques (en su reemplazo puedes usar orejones o duraznos)
- 200 gr de nueces
Modo de preparación:
Comenzamos la preparación de esta receta, elaborando la masa, para ello debemos colocar en un bowl la manteca a temperatura ambiente, el yogurt (natural o griego, sin son sin azúcar mejor), el bicarbonato, el azúcar, la sal y un huevo. Luego integramos todos los ingredientes con una espátula.
A continuación, añadimos la harina tamizada, la integramos primero con este mismo utensilio y luego continuamos el amasado con nuestras manos hasta obtener una masa de consistencia suave y pareja, para dejarla reposar en la heladera durante 1 o 2 horas.
Mientras tanto, avanzamos con la elaboración de los rellenos. El primero consiste simplemente en triturar, con una licuadora o procesadora, las nueces con solo 100 gr de azúcar hasta obtener una consistencia granulada.
Por otro lado, vamos a repetir el proceso al triturar también 100 gr de azúcar pero con los duraznos deshidratados, previamente remojados en agua durante unos minutos, y obtendremos un relleno cuya consistencia será muy similar a la de la mermelada.
En este punto, podemos reemplazar los duraznos desecados por duraznos en almíbar, ya que al venir sumergidos en este líquido dulce le quitan su acidez tradicional y su sabor se asemeja más al del albaricoque.
Con ambos rellenos listos, pasamos al armado de nuestra tarta. Entonces, retiramos la masa de la heladera, la dividimos en tres partes iguales y las estiramos en forma de círculo, con el tamaño necesario para cubrir un molde de aproximadamente 24 centímetros de base.
Colocamos la primera masa sobre el molde, añadimos el relleno de nueces y azúcar y lo esparcimos por toda la superficie, reservando un poquito. Después, colocamos una nueva masa por encima y hacemos lo mismo con el segundo relleno, con la precaución de no llegar hasta el extremo de los bordes.
Por último cubrimos el molde con la última masa circular, intentando que los bordes cubran por dentro del molde todas las capas anteriores de masa y relleno. Luego, pincelamos con la mezcla de la yema y la cucharadita de leche y por encima espolvoreamos el relleno sobrante de nuez y azúcar.
Llevamos el molde a un horno a 200° durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que se pueda apreciar que está perfectamente dorada. Una vez que la retiramos del horno, dejamos reposar por unos cinco minutos y la desmoldamos.
Finalmente, esta exquisita tarta botlikh estará lista para cortar en pequeños cuadritos y compartir con la familia o amigos, gracias a esta sencilla receta que seguramente todos querrán volver a probar por su dulzura y su irresistible sabor.