La Echeveria Laui es una suculenta de belleza exótica, perteneciente a la fascinante familia de las crasuláceas y es originaria de México. Se caracteriza por su impresionante forma de roseta, tiene hojas carnosas y un color grisáceo o plateado.
Las hojas de la Echeveria Laui estan cubiertas por una fina capa de una especie de pruina, una película cerosa que le confiere su color único y le protege de los rayos solares intensos. Esta característica también contribuye a su aspecto distintivo y le da una apariencia casi etérea a esta suculenta.
Lamentablemente, esta preciada suculenta se encuentra en vías de extinción, enfrentando una difícil batalla contra los principales factores de riesgo que amenazan su supervivencia, entre ellos, la erosión causada por implacables vientos.
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Para aquellos que desean proteger y conservar esta maravilla botánica, es fundamental conocer los secretos de sus cuidados y reproducción. A continuación, te proporcionamos algunos consejos para mantener a la Echeveria Laui en óptimas condiciones, permitiéndole prosperar en tu hogar.
Cuidados básicos
Principalmente debes tener en cuenta los riegos, estos deben ser espaciados, cada 10 a 15 días. Lo ideal es regar solo en verano y cuando el sustrato este completamente seco.
Otro tip en cuento al riego es que es mejor hacerlo por debajo, ya que el agua sobre las hojas puede provocar pudrición.
Lo ideal es que este ubicada en un sitio caluroso y ligeramente húmedo, es una planta que soporta hasta 5°C. Debe estar expuesta al sol varias horas al día, pero no tiene que recibir sol directo.
Por su parte, el sustrato debe ser uno especial para suculentas y es importante que drene muy bien.
Si lo deseas puedes abonar tu Echeveria Laui cada 3 o 4 meses con un abono adecuado para suculentas.
Reproducción
Si quieres reproducir esta suculenta puedes hacerlo mediante semillas o mediante hojas. Si eliges la primera opción debes recolectar las semillas de la planta madre, asegurándote de que están maduras y en buen estado.
Luego, prepara un sustrato bien drenado y coloca las semillas cuidadosamente sobre la superficie. Cubre ligeramente las semillas con una fina capa de tierra y mantén el sustrato húmedo, pero no empapado. Con paciencia y constancia, en poco tiempo podrás ver cómo salen las pequeñas plántulas.
Por otro lado, la propagación mediante hojas es una opción igualmente fascinante . Para llevar a cabo este proceso, retira una hoja sana y completa de la planta madre y déjala reposar en un lugar cálido y sombreado durante unos días, permitiendo que se forme una pequeña callosidad en el extremo cortado.
Una vez que el callo se haya desarrollado, coloca la hoja sobre un sustrato bien drenado, sin enterrarla completamente, y mantén el sustrato ligeramente húmedo. Con el tiempo, notarás cómo desde el extremo de la hoja surge una nueva plántula que poco a poco adquirirá la forma y el encanto característicos de la suculenta Echeveria Laui.