Realizar la limpieza del hogar resulta una tarea sumamente agobiante, más aún cuando se debe limpiar aquellas zonas que se asean con poca frecuencia y cuya suciedad está tan adherida que parecen imposible de remover.
Pero, por suerte existen algunos trucos de limpieza que podemos emplear a diario para dejar todos los ambientes del hogar perfectamente relucientes, tal como el que te presentamos a continuación para que dejes brillando las hornallas y rejilla de tu cocina.
Antes de pasar a la composición de este simple truco, debemos decir que lo ideal es limpiar periódicamente estos elementos de la cocina, ya que si dejamos que la grasa permanezca en la rejilla demasiado tiempo, quitarla y devolverle el color original implica un gran esfuerzo. Además ayuda a mantener la higiene durante la cocción de los alimentos.
Entonces, dicho esto, te contamos que esta solución casera de limpieza consiste en mezclar tres productos que han demostrado ser muy potentes a la hora de actuar como agentes limpiadores, hablamos del bicarbonato de sodio, el detergente y el vinagre.
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Lo primero que debemos hacer es mezclar en un recipiente pequeño el bicarbonato de sodio y detergente en partes iguales, ya que el detergente ayudará a descomponer y destruir la grasa, facilitando su eliminación; mientras que el bicarbonato sirve para ablandar las partículas de comida quemada y la grasa sin dañar la superficie.
Obtendrás una pasta bien espesa que servirá para que se adhiera con facilidad a las varillas de la rejilla, tarea en la que puedes ayudarte con un cepillo de dientes para aplicarla en todos los rincones. Luego, colocamos la rejilla dentro de una bolsa de consorcio grande y dejamos que la mezcla actúe, por lo menos, tres horas.
Cumplido este tiempo, procederemos a lavar la rejilla y bastará una esponja y agua tibia para poder quitar con facilidad aquellas suciedades difíciles, gracias a la efectividad de este combo infalible de limpieza.
El plus de brillo
El último en aparecer en escena para completar este efectivo truco es el vinagre, ya que utilizaremos este producto para rociarlo puro por encima de las orillas y la rejilla que las cubre para darle el toque final de brillo.
Sucede que este producto, tras actuar por unos minutos, será necesario para quitar cualquier resto de grasa o suciedad que pueda haber quedado en la cocina y además dejará cada pieza como nueva, por lo que el vinagre termina siendo un infaltable en la composición de este útil truco de limpieza.