Exótica y delicada, la amarilis es la planta perfecta para darle un toque distinguido al hogar. Esta especie de flores únicas, es oriunda de América Central y del Sur, por lo cual puede adaptarse muy bien a vivir dentro de casa, donde podemos recrear sin problemas la temperatura y humedad que tienen en su hábitat natural.
La amarilis pertenece a la familia de las amariliáceas, y comprende más de 70 especies diferentes, como Hippeastrum puniceum o Hippeastrum vittatum. Esta planta con flores preciosas y coloridas, tiene una larga floración y su cuidados son muy sencillos, razón por la que se cultiva en todo el mundo fácilmente.
Así que, si quieres contemplar sus colores en tu casa, veamos algunos consejos para que puedas hacerlo este año y los sucesivos.
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Ubicación: la amarilis nos demandará una buena luminosidad. Al crecer en estado natural en zonas boscosas y selváticas, tendremos que evitar que la exposición al sol sea directa ya que puede quemar las hojas o retrasar el proceso de crecimiento del bulbo.
Si el cultivo se da en el interior del hogar, lo ideal es que la ubiquemos en una habitación luminosa sin exceso de temperatura y siempre alejada de cualquier fuente artificial de calor, como por ejemplo los calefactores.
El riego: esta planta necesita un riego regular que mantenga el sustrato siempre húmedo mientras va creciendo y desarrollándose. Cuando ya ha alcanzado un tamaño considerable, puedes regarla una vez a la semana en invierno y 2 o 3 veces en verano.
Siempre ten en cuenta que el sustrato no se encharque porque si esto sucede el bulbo se pudrirá.
Abono: a partir del verano puedes abonarla con un fertilizante específico para que acumule nutrientes para el invierno. Una vez que surjan del bulbo las primeras hojas, debes ir espaciando los riegos (hasta llegar a un riego semanal) y ve incrementándolos de nuevo cuando brote la vara de las flores.
Plagas: esta hermosa planta suele atraer orugas, caracoles o babosas. Por eso es recomendable, aplicar a la planta un insecticida de modo preventivo, aunque siempre será conveniente elegir un producto natural.
Reproducción: existen varios métodos para reproducir esta planta bulbosa y uno de ellos consiste en sembrar semillas de amarilis. Lo mejor es hacerlo a principios del verano, en un tiesto con el sustrato adecuado. En poco tiempo nacerá una nueva planta que irá desarrollándose hasta contar con su bulbo, hojas y flores.
Otra manera de reproducir la amarilis es a través de los hijuelos. Estos son los bulbos más pequeños que se desarrollan junto al bulbo principal. Debes separarlo de la planta madre y cultivarlo de forma independiente.
La flores tardarán en crecer entre 3 y 4 años, pero te aseguro que valdrá la pena la espera.