Existen algunas plantas que durante años han cargado con la fama de ser muy difíciles de cuidar, tal como sucede con la Clematis, esta especie trepadora que, a diferencia de los que se piensa, es perfecta para cultivar y embellecer jardines.
Sucede que los expertos en jardinería confirman que la Clematis es en realidad un planta sumamente resistente, la cual con algunos mínimos cuidados logra cumplir a la perfección su rol como una especie de belleza ornamental sin igual.
Es que quedó demostrado que esta especie nativa de Europa y Asia, e incluso hay algunas variedades ibéricas; puede adaptarse a todo tipo de climas y temperaturas, incluso a las heladas más crudas.
Sin embargo, para que esta especie exhiba su majestuoso follaje y sus flores en forma de estrella; las cuales pueden llegar a ser blancas, violetas, rosadas, azules o rojas, debemos darle un simple cuidado para que se desarrollen correctamente.
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Lo más importante a tener en cuenta es que la Clematis tiene alrededor de 280 variedades, entre trepadoras y herbáceas, pero todas ellas necesitan recibir una buena dosis de luz directa del sol, aunque las raíces deben estar a la sombra y sobre una tierra bien húmeda.
Por otro lado, se sabe que esta especie no tolera la sequía por lo que debe recibir un riego frecuente durante el verano, es decir de uno a tres veces por semana. Asimismo, vale mencionar que la Clematis tampoco tolera los encharcamientos, así que procura no excederte con el líquido ya que los daños pueden ser irreversibles.
Por último, debemos mencionar que esta planta aromática, con un perfume intenso, necesita crecer son un sustrato con nutrientes y de excelente drenaje, por lo que sugieren combinar la tierra con humus de lombriz, fibra de coco, vermiculita y perlita para que sus raíces retengan solo el líquido necesario y no se pudran.
Sobre su poda
Al respecto de este punto, debemos decir que la Clematis suele recibir dos tipos de poda según la variedad. Una de ellas es la poda de limpieza, donde se quitan las flores y ramas secas, mientras que la otra es una poda de floración y sirve para estimular la formación de flores. Esta última se realiza a mitad de verano.
Lo cierto es que siguiendo estos sencillos cuidados, podemos conseguir que esta planta demuestre todo su esplendor al cubrir y trepar por vallas y muros, y aunque en maceta no se hace tan grande, también puede desarrollarse bastante bien y ornamentar cualquier jardín.