Sin lugar a dudas, el refrigerador es uno de los artefactos más importantes de nuestra cocina, fundamental para mantener la frescura de los alimentos. Pero según la ciencia, podría averiarse con facilidad gracias a una práctica muy común.
Seguramente, puede llegar a seer habitual el hecho de colocar un recipiente caliente en el refrigerador, sin tener en cuenta las consecuencias. Es por ello que te las vamos a contar de la mano de la ciencia.
Dejando de lado las causas que pueden llevar a que pongas la comida caliente en el refrigerador, nos centraremos en comentarte como afecta este “choque” de temperaturas en tus alimentos.
En este caso, la ciencia revela que colocar un recipiente a una alta temperatura en el refrigerador puede ser nocivo tanto para el propio aparato como también para aquellos futuros consumidores.
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La explicación científica radica en que, al introducir un objeto caliente al refrigerador, se produce un efecto conocido como condensación, el cual favorece el crecimiento de bacterias comprometiendo la seguridad de los alimentos.
Además, la ciencia aclara que dicho efecto puede llegar a propagarse dentro del propio refrigerador, aumentando la posibilidad de que se generen dichas bacterias en alimentos cercanos.
La zona segura
A fin de poder garantizar la seguridad de nuestros alimentos, lo recomendables es dejarlos que se enfríen a temperatura ambiente antes de introducirlos al refrigerador.
En este sentido, la ciencia asegura que la zona segura en lo que a temperatura se refiere para refrigerar los alimentos oscila entre los 5 y 57º C. Dentro de ese rango, el peligro de que se genere la condensación diminuye notablemente, protegiendo a nuestra comida.