Si hablamos de una preciosa planta arbustiva sumamente requerida para implementar en la decoración de espacios exteriores, hacemos referencia sin dudas a la Nandina doméstica, o bambú sagrado, como se la conoce popularmente.
Sin embargo, para que las hojas verdes de la Nandina doméstica se vean relucientes al momento de mutar al tono rojizo intenso, es fundamental seguir una guía de cuidados que ayudarán a que la apariencia de tu planta de bambú sagrado sea realmente deslumbrante durante todo el año.
Iluminación
Esta planta nativa de India y Japón es muy resistente al frío, pero en las zonas de clima cálido, donde las temperaturas suelen superar los 35°, los especialistas recomiendan ubicarlas en un sitio de semisombra para evitar que el sol llegue a dañarlas.
Teniendo en cuenta esto, podríamos decir que lo mejor en cuanto a la iluminación de nuestro bambú sagrado es que reciba una buena dosis de sol directo, siempre y cuando no haya una temperatura muy elevada, principalmente durante el verano.
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Sustrato
En cuanto al sustrato de esta especie que puede llegar a crecer hasta los dos metros de altura, los expertos aseguran que su suelo necesita tener un pH de entre cinco y seis para que el arbusto esté sano, para ello lo mejor será utilizar un sustrato para plantas acidófilas.
Asimismo, para que el suelo tenga un buen drenaje, será fundamental mezclar el sustrato de tu Nandina doméstica con humus de lombriz y fibra de coco, que lo harán más ligero y aireado y ayudará considerablemente a mejorar su óptimo desarrollo.
Riego
En este punto será esencial comenzar diciendo que el bambú sagrado no tolera los encharcamientos, por lo que es un punto muy importante a la hora de aplicar sus riegos frecuentes con agua mineral o destilada.
Lo mejor es hidratar tu bella planta de hojas perennes verdes y rojizas, cada dos o tres días durante las estaciones cálidas, siendo la primera el momento en que comienzan a mostrar su juventud mediante los tonos rojizos y el verano el cuando de unas espigas de gran tamaño aparecen un gran número de flores blancas. En el invierno, basta con un riego semanal para su correcto cuidado.
Sobre su reproducción
Si quieres reproducir tu Nandina doméstica para extender su esplendor hacia otro rincón de jardín, o simplemente para compartir su belleza, lo mejor opción es mediante esquejes con estacas semi maduras.
Luego, siguiendo la misma guía de cuidados que se le asignan a una planta madura, para la siguiente primavera tu bambú sagrado estará lista para pasar a ocupar su ubicación definitiva, desde donde podrá adueñarse de todas las miradas luciendo sana y fuerte.