A la hora de decorar la casa o el jardín, las plantas suelen ser una excelente opción, y cuando queremos agrandar nuestros espacios verdes, nada mejor que utilizar nuestras plantas actuales para lograr un mayor número de ellas.
Una de las técnicas más utilizadas en la jardinería, es la reproducción de plantas a través de esquejes con el objetivo de conseguir uno más ejemplares de la planta que tanto deseamos expandir en nuestro patio, terraza o jardín.
Pero lo cierto es que esta técnica no siempre suele ser efectiva dado que la aparición de las raíces en el esqueje de nuestra planta puede costar bastante. Sin embargo, hoy te traemos un secreto para que puedas lograr tu objetivo de manera natural.
Para ello, solo vamos a necesitar un poco de agua, el esqueje recortado de nuestra planta madre y lentejas, las cuales serán el ingrediente clave para conseguir las mejores raíces.
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Procedimiento
Las lentejas tienen una alta concertación de auxinas, una hormona vegetal que funciona como reguladora en el crecimiento de las plantas. Basándonos en este concepto, te enseñaremos a utilizarlo a tu favor en el jardín o huerta.
Lo primero que debemos hacer será colocar un puñado de lentejas secas en un recipiente y triturarlas hasta lograr un polvo. Para ello se puede utilizar una procesadora de mano para agilizar el procedimiento.
Una vez que hayamos conseguido el polvo de lentejas, colocamos una cucharada sopera en un frasco que contenga agua hasta la mitad. Lo siguiente será solamente revolver un poco e introducir nuestro esqueje en el agua a fin de que logre sacar sus primeras raíces.
Al cabo de tres semanas, nuestra planta estará completamente enraizada y lista para poder ser colocada en una maceta o directamente a la tierra a fin de convertirse en un ejemplar igual al original.