Los cactus y suculentas son plantas ornamentales que se han ido convirtiendo en las preferidas de muchos a la hora de decorar jardines o ambientes de la casa.
En parte, la popularidad de los cactus se debe a que no requiere de demasiados cuidados dado su capacidad de adaptación, pero como toda planta, esta especia de suculenta suele sufrir lo que se conoce como etiolación poniendo en riesgo su crecimiento.
La etiolación es un crecimiento desmedido de parte de una planta, la cual estira sus tallos en búsqueda de altura para ganar luz y poder desarrollarse a gusto.
Es por eso que, algunas plantas que requieren mucha luz y no se encuentran en espacios lo suficientemente iluminados, tienden a estirarse por demás, deformando su composición original.
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A la hora de una planta común o suculenta, esta deformación es evidente a la vista dado que sus tallos son mas largos y sus hojas se separan demasiado una de otras. Pero con los cactus, reconocer la etiolación se vuelve mucho más complejo.
Es por eso que hoy te traemos una guía de consejos y trucos para reconocer y sobre todo prevenir la etiolación en el cactus, dado que es un proceso que no tiene marcha atrás.
Los efectos de la etiolación
La etiolación comenzará a hacer efecto en tus plantas cuando estas no reciban la cantidad de luz necesaria para desarrollarse. En el caso de los cactus, estos suelen demandar varis horas de luz diarias por lo que esta problemática suele ser común si se la cultiva en interiores.
A primera vista, podremos notar que nuestro cactus crece para un costado en búsqueda de luz, o comienza a mostrar un crecimiento más delgado de lo que estamos acostumbrados a ver.
Si bien se pueden mejorar estas condiciones con unos simples trucos, lo cierto es que la deformidad adquirida durante el proceso no será posible de revertir.
Claves para prevenir la etiolación
Lo primero que debemos saber es que los cactus son plantas que requieren de mucho sol y poca agua, como cualquier especia de suculenta. Además, será necesario respetar el tiempo de hibernación a fin de lograr un crecimiento adecuado.
A la hora de cultivar tu cactus en interiores, una buena técnica para evitar la etiolación será moverlo sobre su eje para que logre recibir la luz solar de todos los costados.
Por otra parte, en las épocas más frías del año, el cactus necesita entrar en un período de hibernación para tomar fuerzas para la primavera. Para ello, se recomienda no fertilizar la planta durante estos meses, exponerla temperaturas bajas y disminuir considerablemente el riego.
Signos de etiolación
A continuación, te dejamos una lista de los principales signos de etiolación que puede demostrar tu cactus para que prestes atención antes de que el problema pase a mayores
• Perdida de color
• Inclinación hacia un costado
• Crecimiento rápido y en forma de punta
• Segmentos alargados o débiles
• Malformación en las espinas
Si detectas alguno de estos síntomas en tu cactus, prueba con aumentar la cantidad de luz diaria a fin de que recupere su forma habitual y pueda continuar creciendo de la mejor manera.