Descubre el irresistible sabor del solomillo en salsa, una receta que ha sido transmitida de generación en generación, guardando muy bien los secretos culinarios de nuestras abuelas. En esta ocasión, te revelaremos un truco especial que hace que esta deliciosa preparación alcance la excelencia.
Cuando se trata de platos clásicos, no hay nada como seguir las enseñanzas de nuestras abuelas. Su sabiduría culinaria, adquirida a lo largo de los años, se convierte en un tesoro inigualable. En esta receta, la clave está en la salsa, ese componente tan importante que realza el sabor de cada bocado.
La técnica de medición con taza es el secreto mejor guardado de la abuela para lograr una salsa perfecta. No se trata de cantidades exactas, sino de ese toque intuitivo que solo ellas saben dar. Es el arte de añadir los ingredientes justos, sin excesos ni escasez, permitiendo que cada sabor se mezcle de manera armoniosa.
Si quieres aprender los secretos detrás de esta maravillosa receta de solomillo en salsa y descubrir los secretos de la abuela, no puedes perderte el resto de la receta.
Te podría interesar
Ingredientes
- 1 solomillo de cerdo de 700 gr
- 1 taza de leche
- 1 taza de vino tinto
- 1/2 taza de aceite de oliva
- 3 cebollas grandes (370 gr aprox)
- 3 hojas de laurel
- 1/2 caldo de carne (opcional)
- Sal y pimienta molida
Modo de preparación
La taza de referencia es de 250 mililitros de capacidad y esta receta vale para cualquier tipo de carne, aunque en esta ocasión te mostraremos como hacerlo con solomillo de cerdo.
El primer paso es cortar el solomillo en rodajas de aproximadamente un dedo y medio de grosor. Luego agrega un poco de pimienta.
Despues, coloca la media taza de aceite en una cacerola baja y amplia y lleva a calentar a fuego medio-alto. Ahi mismo agrega el solomillo para que se selle. La idea no es que se haga totalmente, asi que cuando este listo de una lado, dale la vuelta para que se dore del otro lado. Una vez que retires el solomillo de la cacerola, puedes agregar un poco de sal por arriba.
En el mismo aceite en el que cocinaste la carne, debes colocar la cebolla cortada en medios aros y las hojitas de laurel. Aqui la temperatura de la cocción debe ser media-baja para que se cocine poco a poco. Agrega un poco de sal para ayudar a que se ablande.
Una vez que la cebolla comienza a dorarse, sube la temperatura y vierte el vino. Deja cocinar por unos minutos para que se evapore el alcohol. En este paso, si quieres, puedes agregar el caldo de carne.
Cuando el vino haya reducido, agrega la leche, mezcla bien y cocina unos minutos mas hasta que rompa hervor.
Para terminar con la salsa, apaga el fuego, retira las hojas de laurel y pasa toda la preparación a un bowl o al vaso de una procesadora o licuadora. Procesa muy bien todo hasta que quede una salsa homogenea y suave.
Vierte la salsa ya lista a la cacerola y añade el solomillo sellado y como esta casi hecho solo necesita cocinarse unos minutos a temperatura suave. Este es un buen momento para probar la salsa y rectificar de sal en caso que lo necesite.
De esta manera la receta queda terminada. El resultado es un solomillo tierno, jugoso y riquisimo con una salsa bien cremosa e ideal para mojar el pan.