En los últimos días, Martín Liberman fue protagonista de un inesperado cruce en redes con una heladería a raíz de un pote que no llegó en las mejores condiciones.
El primero en encender la mecha fue el propio Martín Liberman que no tuvo ningún reparo en escarchar públicamente al comercio desde sus historias de Instagram.
A través de una publicación donde se veía el pote de un kilo recibido, el periodista mostró su queja por la apariencia descuidada del producto, al igual que no estaba lleno hasta el borde como lo esperaba.
Pero lejos de quedarse helados, los comerciantes no tardaron en dejar su respuesta desatando un inusual escándalo y rememorando un dato de años pasados.
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En ese sentido, a modo de contraataque, los heladeros decidieron sacar a la luz un pedido de canje de parte de Liberman para hacerse con sus productos, a lo que ellos se negaron.
Haciendo foco en esa situación (ocurrida por cierto hace un año) los dueños del comercio dieron a entender que el escarche de parte de Martín venía a cicatrizar una vieja herida a su ego.
Todo por un canje
Ante la respuesta de parte de los heladeros, Martín Liberman volvió a arremeter con la idea de aclarar lo sucedido, desligándose de aquel pedido de canje fallido.
A través de un video, el periodista manifestó que “esto lo quiero contar porque del otro lado lo omitieron. Yo les reclamé a ellos en forma privada, les mando la foto del pote y ellos me contestaron '¿qué sucursal?, ¿cuándo?, ¿cómo?' Y yo qué sé qué sucursal si lo pedí por una aplicación”.
Si bien Martín Liberman no negó que el pedido de canje había existido años a tras, lo cierto es que, en esta ocasión prefirió centrarse en el pedido puntual que desató el conflicto. “Después de eso habremos comprado no menos de 20 o 30 veces el helado, normalmente viene bien, a veces medio vacío, pero nunca como esta vez, vacío, pegoteado, mal presentado. Lo normal es que te digan 'che la verdad que qué feo está ese pote, te mando otro, perdona'" cerró.