Si eres un amante de los árboles frutales y quieres asegurarte de tener una cosecha abundante y de calidad, entonces es importante que conozcas algunas de las técnicas de injerto más fáciles para mejorar tus frutales al máximo.
En esta nota te enseñaremos todo lo que necesitas saber para hacer un injerto exitoso y así obtener los mejores resultados en tus cultivos de árboles frutales. Aprenderás sobre las herramientas necesarias, sobre 3 tipos de injertos y el paso a paso para hacerlo.
Aunque no seas un experto en jardinería no te pierdas esta oportunidad de mejorar tus conocimientos y garantizar una cosecha satisfactoria. A continuación te dejo un poco de información sobre estos árboles y algunos conceptos importantes de entender antes de realizar un injerto.
Qué es un injerto
Hacer un injerto es insertar o unir una parte de la planta con otra para que se desarrolle mejor y crezca como una sola. Esto mejora la productividad y calidad de la fruta del árbol, permite la propagación de variedades de frutas específicas y la reparación de árboles dañados.
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Existen muchísimas técnicas para injertar y es que esta función se realiza desde hace muchísimos años para que se multiplique una variedad o se presente una mutación de la semilla.
Para injertar un frutal se necesita una rama que sea del doble en tamaño que la que se va a insertar, idealmente debe ser recta y tiene que tener un parecido con la rama del injerto pues tiene que coincidir la parte interna de la madera de la rama con el injerto añadido.
Puntos a tener en cuenta
Para realizar un buen injerto, primero se deben cortar las hojas a la rama que se añadirá, para que este sea clavado con un nudo o yema. Los cortes siempre se hacen con las herramientas desinfectadas.
Es muy importante respetar la posición de las yemas del injerto, recuerda que siempre van hacia arriba y si tienen hojas debes retirarlas. También es importante no tocar el injerto por dentro porque puede contaminarse. Un buen injerto es de 10 o 15 centímetros de longitud y aproximadamente tiene 3 yemas.
Una vez finalizado el proceso del injerto, hay que cuidar y revisar regularmente hasta que la especie crezca y se desarrolle lo suficiente. Una vez fortalecido, se tienen que eliminar los rebrotes de lo injertado para que no se confundan con el resto.
No hay con exactitud una mejor época para injertar, depende del clima de la región y la planta a injertar. La mayoría de los injertos se hacen cuando la sabia esta activa.
Las mejores varillas, es decir las ramas, para hacer los injertos son aquellas que están en parada vegetativa, cuando las yemas no se hincharon y estallaron. Las varillas deben ser de un año de edad y lo más rectas posibles, también se las conoce como chupones. Lo normal es usar las varillas más bajas.
Para conservarlas es tan sencillo como guardarlas envueltas en un trapo o servilleta húmeda dentro de una bolsa hermética. Si vemos que esta se seca es porque le falta humedad, si se humedece demasiado hay que quitarla para evitar hongos.
Materiales
- Alcohol para desinfectar
- Un serrucho
- Una cinta para injertos
- Tijera de poda
- Navaja de injertar
Tipos de injertos
Injerto de plancha
El injerto de plancha es de los más simples y siempre funciona. Puedes hacerlo, por ejemplo, en una planta de naranja.
Para sacar la plancha, debes cortar con la navaja hasta notar la parte dura, cuando notes esta parte, gira en circunferencia. Repite lo mismo más abajo, hasta la distancia que quieras sacar el parche. Como mínimo debe ser una altura de dos yemas del tallo.
A continuación realiza un corte vertical que vaya desde el corte de arriba hacia el de abajo, así puedes sacar la plancha.
Una vez que tienes la plancha lista, colócala en la rama receptora, marca bien profundo por arriba y por abajo. Luego realiza un corte vertical y levanta la corteza con cuidado. Con esto consigues la medida exacta de la plancha para colocarla y que quede perfecta. Es importante que coincidan muy bien la plancha y el corte.
Cuando tengas la rama receptora lista y el injerto preparado, debes colocar este último sobre la rama y mientras presionar y encintar muy bien encima para asegurarlo. Si está expuesto al sol coloca papel de plata para que el injerto no se deshidrate.
Injerto corona
Este injerto es sencillo, solo requiere un poco de maña. Puedes hacerlo, por ejemplo, en un olivo que produce muy pocos frutos.
Al tronco a injertar debes hacerle un corte con serrucho. A este corte hay que cortarle un poco el borde con ayuda de una navaja, de esta manera se logra una mejor cicatrización.
A la rama que sera el injerto debes cortarle la parte inferior realizando un corte que tenga forma de pua y quede bien plano. Del lado opuesto corta un poquito mas para liberar el cambio.
Después, en el tronco donde vas a clavar la pua, corta una línea, separa cuidadosamente la corteza y procede a clavar la varilla, siempre poniendo la parte de la muesca más grande hacia adentro del tronco.
Inserta el injerto y luego encinta todo, protege con algún plástico y tapa con una bolsa de papel para evitar que se seque demasiado. Puedes poner macilla cicatrizante en los injertos.
Pasadas las 3 semanas puedes ir abriendo poco a poco la bolsa y si ves que ya brota puedes dejarla abierta para que respire y quitarla cuando veas que las hojas de los injertos tengan un buen tamaño.
Injerto por aproximación
Este es uno de los injertos más sencillos que existe siempre y cuando le tengamos paciencia. Es tan simple como tener dos plantas, por ejemplo, una de tomate y una de berenjena. En caso de que el pie, es decir, las raíces del tomate no tengan demasiada fuerza o son muy delicadas, puedes injertar con este método una planta de berenjena que tiene raíces mucho más fuertes.
Para hacer el injerto simplemente debes marcar las plantas en el punto de unión y en cada punto realiza un corte hacia abajo en la berenjena y hacia arriba en el tomate, intentando ir hacia el centro muy lentamente, sin pasarte.
Una vez que están los dos cortes opuestos hechos, debes juntarlos y con una pinza o una cinta los sostienes para que no se separen.
Cuando ya estén juntas las dos plantas, pásalas a tierra para que crezcan mejor. Una vez que esta cicatrizado el injerto, tienes que cortar la parte de la berenjena ya que no nos interesa y la parte terrena de la planta de tomate ya que es lo que queremos mejorar con la planta de berenjena.
Esto ha sido todo por hoy, esperamos que te sirva toda esta información y te animes a realizar injertos en tus árboles frutales para que se desarrollen mejor.