La palta o aguacate es un de los frutos más codiciados por la gastronomía mundial dada su cremosidad y buen sabor. Pero también, puede ser de los más caros en el mercado por lo que tener una planta puede convertirse una excelente opción para sus amantes.
Sin embargo, la aparición de las primeras paltas o aguacates en nuestra planta puede llevar varios años de espera. Para aquellos cultivadores más ansiosos, hoy te dejaremos un tip para conseguirlos de manera más rápida.
Para ello, generaremos nuestra planta a partir de un esqueje, el cual nos asegurará tener el fruto mucho antes que si lo hacemos germinar desde su semilla.
Para ello, habrá que seguir una serie de pasos que detallaremos a continuación con el fin de que puedas cosechar tus paltas o aguacates directamente del patio de tu casa.
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Procedimiento
La base de esta técnica está en conseguir una pequeña rama de la planta a fin de enraizarla para poder cultivarla en la tierra.
Una vez que nos hacemos del esqueje, lo primero será retirar gran parte de sus hojas para luego quitarle la primer capa de corteza del tallo en un de sus puntas, aproximadamente 2 centímetros. Luego tomamos una cebolla, le quitamos las raíces y la frotamos en la punta recortada.
Para lograr enraizar la planta, tomaremos una botella de plástico pequeña (500ml) y le haremos un pequeño orificio en su tapa de plástico para que el tallo de nuestro esqueje pase por adentro.
El paso siguiente será colocar agua en nuestra botella y la cerramos con la tapa que por el medio tiene el esqueje. Es importante poner la punta recortada y frotada con la cebolla en el interior de la botella con agua.
Con una bolsa plástica, cubrimos la parte superior sujetándola bien en el extremo inferior. Luego de siete días vamos a poder ver nuestro esqueje con más hojas y raíces crecidas en el interior de la botella.
De ahí en adelante, la dejaremos crecer por unos 45 días, cambiando el agua cada 7 días para evitar que se pudran las raíces. Pasado ese tiempo, ya es hora de trasplantarla a una maceta o tierra directa.
Reproducir paltas o aguacates de esta manera nos asegura que las plantas lleguen a la etapa de cosecha mucho antes que aquellas que provienen de la germinación de su propia semilla.