La salvia es una planta con uso medicinal utilizada desde tiempos milenarios por ser considerada sagrada y pura. Varias culturas la usaban como bebida, té o infusión, para tratar fiebres, enfermedades respiratorias, digestivas, males del hígado y ataques de epilepsia.
En la actualidad se sigue usando para curar algunos males digestivos, pero también como un excelente amuleto de protección contra las malas vibras, y energías negativas. Es valorada como hierba de purificación. Se dice que esta planta es excelente para expulsar los malos espíritus.
En la antigüedad cuando se creía que alguien estaba poseído, se le llevaba a una Iglesia, donde como parte del ritual de exorcismo se les rociaba con agua bendita, se prendía salvia y también ruda.
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La salvia es quemada para dispersar la energía tóxica. Sus hojas se emplean en un sinfín de rituales que pueden ser usadas como protección. Esto incluye el mal de ojo, la envidia y malos espíritus, pero, además, sirve en rituales curativos y para atraer dinero.
Además, se asocia la salvia al conocimiento y la sabiduría, pues se dice que aporta una mayor claridad de pensamiento y racionalidad, para resolver problemas y conflictos.
Para ahuyentar malas vibras y energías, se puede quemar un puñado de hojas secas de salvia, dejando que su humo se esparza por todo el lugar que deseas limpiar.
Mitos sobre la salvia
Las antiguas civilizaciones decían que, si llevas unas hojitas de salvia en una bolsa violeta, te brinda más poder y sabiduría en tu toma de decisiones laborales, económicas y sociales. Además, te ayuda a atraer el dinero.
Sin embargo, el mito más curioso de todos es el que dice que si quieres que un deseo se haga realidad, puedes escribirlo sobre una hoja de esta planta y colocarlo bajo tu almohada. Luego duermes sobre ella durante tres noches y, si sueñas con lo que deseas durante este lapso, tu deseo se cumplirá.