La cuestión energética es uno de las temáticas que preocupan de igual manera a las organizaciones ambientalistas como a la comunidad científica. Es por ello que las investigaciones nunca se detienen y ahora, la ciencia ha llegado a un descubrimiento que podría cambiar la forma que tenemos para relacionarnos con el mundo.
La energía es uno de los principales motores de la humanidad y ante ello, la ciencia ha descubierto una nueva manera de conseguir lo que se denomina “electricidad limpia” a raíz de una enzima que habita en nuestro planeta.
Esta particular enzima se encuentra en una bacteria que se encuentra en el suelo terrestre denominada Mycobacterium smegmatis la cual tiene la capacidad de producir electricidad a partir de pequeñas concentraciones atmosféricas de hidrógeno.
Luego de su identificación, un grupo de científicos de la Universidad de Monash en Australia realizaron una publicación en la revista Natura dando cuenta del descubrimiento donde es posible generar electricidad solo con la enzima, sin la necesidad de depender del resto del organismo.
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Este avance en el campo de la ciencia abre la puerta a un nuevo mundo de posibilidades dado que Huc (el nombre de dicha enzima) podría llegar a modificar la generación eléctrica, la cual hoy se basa en combustibles fósiles que generan en gran parte, problemas de contaminación en el ambiente.
A esto se le suma increíble capacidad de Huc de resistir a grandes rangos de temperatura (desde la congelación a los 80º C) más la facilidad para cultivarla en varios dispositivos a la vez.
Nuevos horizontes
En la actualidad, los generadores de energía limpia alternativa ya sea a luz solar como la energía eólica corren con el contratiempo de ser intermites. Pero este nuevo descubrimiento parecería, en principio, no tener esa problemática.
“Huc es extraordinariamente eficiente. A diferencia de todas las demás enzimas y catalizadores químicos conocidos, incluso consume hidrógeno por debajo de los niveles atmosféricos, tan solo el 0,00005% del aire que respiramos”, mencionó Rhys Grinter, de Monash University Biomedicine Discovery Institute y coautor del trabajo que publica la revista Nature.
Sin lugar a dudas, la ciencia ha dado una vez más con un poderoso descubrimiento que podría cambiar para siempre la relación del hombre con su planeta. Habrá que esperar para saber cómo evoluciona la investigación.