La búsqueda del conocimiento comprender el mundo del cual formamos parte ha sido sin dudas uno de lo principales motores de la ciencia.
En ese sentido, la complejidad del cuerpo humano es una de las ramas de la biología más estudiadas y ahora, la ciencia logró determinar un nuevo avance en lo que respecta al ADN.
El ADN es aquella célula que contiene toda la carga genética heredada de nuestros antepasados que nos permite concentrar la evolución de la especie a lo largo de los años.
Lo cierto es que el gen es considerado la unidad básica la cual tiene la función de codificar proteínas, péptidos y RNAS con funciones diferentes.
Te podría interesar
Pero este grupo de genes se divide en dos grupos bien diferenciados. Por un lado se encuentran aquellos que tiene la función de “promotor”, y otros que contiene intrones (ADNA no codificante) y exones (ADN codificante).
A los genes que no poseen la capacidad de codificar proteínas se los ha llamado “ADN basura” dado que al haber mutaciones en esas regiones, no había ninguna repercusión en la salud o actividad metabólica.
Sin embargo, las últimas investigaciones dan cuenta de que nuevos avances en estos “ADN basura” demuestran su importancia en la funciones de regulación volviéndose relevante su existencia en el cuerpo humano.
Evolución
Científicos del Institute for Fundamental Biomedical Research, Biomedical Sciences Research Center “Alexander Fleming”, de Vari en Grecia descubrieron un grupo de genes que se formaron en esas regiones no codificantes los cuales demostraron funciones específicas y dan muestra de su rápida evolución.
Si bien especificaron que algunos de ellos a se encontraban desde la separación del Homo sapiens respecto del chimpacé, lo cierto es que otros fueron surgiendo en los últimos años.
Gracias a los avances científicos, investigadores de la Universidad de California en San Francisco lograron encontrar un grupo de miniproteínas que fueron codificadas por estos genes, ubicados en la región conocida como “ADN basura”.
Este avance de la ciencia biológica de la mano con la tecnología puesta a su servicio da cuenta de que el ADN humano continúa manteniéndose activos tras el paso de los años, cambiando el concepto que se tenía sobre la materia hasta el momento.