La cola de burro es una suculenta ideal para la decoración de interiores. Es una especie muy llamativa y tiene un crecimiento espectacular, su cuidado es sencillo y es apto para cualquier persona que no esté familiarizada con la jardinería.
Se desconoce el origen de esta planta, hasta el momento. Sin embargo, por las hojas carnosas y ovaladas se cree que esta suculenta es oriunda de México.
Aunque se desconoce su procedencia exacta, lo cierto que es una especia colgante, que se puede adaptar para el diseño de interiores como exteriores. Su crecimiento es lento, y puede alcanzar una estatura de un metro a un metro y medio, si se siguen las sugerencias que daremos a continuación.
5 cuidados de la suculenta cola de burro
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Luz indirecta: el lugar ideal para esta planta es un ambiente, en el cual reciba al menos seis horas de exposición solar indirecta. La mejor manera de percatarse si tienen la luz necesaria, es por el color de hojas, si no varía está en el sitio adecuado.
Riego moderado y buen sustrato: presenta una gran resistencia a la sequía. Durante los meses de primavera y verano, requiere de riego regular hasta que el sustrato este seco. En invierno, esta práctica disminuye y en invierno se omite.
Temperaturas altas: para su buena salud, debe tener un ambiente que se encuentre entre los 10 y los 30 grados.
Abono: para su fertilización, se necesita un abono especifico en los meses de crecimiento. Lo ideal es utilizar uno líquido para disolver en agua de riego, la otra opción es un compost durante primavera y no fertizar más.
Trasplantar solo cuando sea necesario: Esta acción se realiza si la suculenta requiere de mayor espacio para crecer. Lo que se recomienda es hacerlo en una maceta más grande y con el sustrato seco.