Existe una enorme variedad de especies de suculentas, las cuales se diferencian, en la mayoría de los casos, por su apariencia. Ante esto, a la hora de colmar el jardín de encanto, muchos prefieren aquellas que enamoran a todos con su singular aspecto.
Lo cierto es que si buscamos suculentas de fácil cuidado y cultivo, la opción más atractiva es la Sedum Palmeri, una planta nativa de México que provoca admiración con sus flores y sus hojas carnosas con tonos combinados.
Sucede que esta especie perteneciente a la familia Crassulaceae se destaca por sus hojas ovaladas de color verde con terminaciones rojizas que conforman una roseta bicolor no muy unidas, pero que se extienden con suma facilidad ocupando un gran espacio.
Al mismo tiempo, de sus tallos ligeramente flexibles se sostienen estas hojas que luego produce una encantadora flor de color amarillo intenso que la vuelve mucho más atractiva en cualquier sitio donde se las ubique.
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Sin embargo, para que su aspecto se vea siempre radiante es importante seguir unos mínimos cuidados, ya que para crecer correctamente la Sedum Palmeri necesita bastantes horas de luz, aunque siempre evitando los horarios donde el sol está más fuerte.
En cuanto al riego,se debe efectuar sólo cuando el sustrato se encuentre completamente seco, siempre teniendo la precaución de no mojar las hojas, tallos y flores.
Por último, los especialistas en el cuidado de este tipo de plantas sugieren prestar mucha atención a la humedad que rodea a la Sedum Palmeri, ya que las raíces de esta planta podrían pudrirse si no tiene un buen drenaje.
En conclusión, siguiendo estos simples cuidados, podremos tener la certeza de que la suculenta más bonita de nuestro jardín mantendrá un óptimo desarrollo y eso lo veremos reflejado a través de sus hojas y flores de apariencia fascinante.
Su cultivo
Existen dos formas de reproducir esta planta, siendo el momento ideal durante la época de primavera. La manera más común de cultivarla es aquella que se da de manera natural, cuando las “madres” arrojan a su alrededor sus pequeños retoños, los cuales son ubicados en nuevas macetas, donde podrán producir también sus propios “hijos”.
Otra de las opciones para reproducir esta encantadora suculenta es mediante un pequeño corte a la hoja o tallo, el cual se debe dejar secar hasta que se forme un callo en la zona de corte, para recién colocarla en una pequeña maceta con un sustrato bien drenado y un riego ligero.