Un grupo de científicos reveló un misterioso secreto que permanecía oculto desde hace varios siglos luego de demostrar que, dentro de una estatua de Buda, se encontraba un cuerpo humano que perteneció al siglo XVI.
Esta investigación fue liderada por el budista experto en arte y cultura Erik Bruijn quien junto a otros expertos buscaron escanear una estatua de Buda que databa desde el siglo XVI.
Esta obra de arte que se encuentra exhibida en Budapest fue sometida a un análisis de rayos x para comprobar e interior de la pieza, dejando boquiabiertos a los científicos tras los resultados obtenidos.
Raynald Vermeijden y Ben Heggelman fueron los radiólogos a cargo del proceso y tras hacer los testeos correspondientes, pudieron determinar que dentro de la estatua se encontraban restos óseos de un cuerpo humano.
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La radiografía permitió reconocer restos de papel que se encontraban impresos con simbología china antigua y además, se tomaron muestras de materiales de las cavidades torácica y abdominal.
Los restos fueron sometidos a un análisis de ADN permitiendo determinar que el cuerpo se correspondía con el maestro budista Liuquan, quien perteneció a la Escuela de Meditación china. Se calcula que murió entre los años 1050 y 1150.
Automomificación
En base a al proceso llevado a cabo por este monje, los científicos sostienen la hipótesis de que podría haberse tratado de la auto momificación, la cual fue prohibida años después en China.
Dicha tradición se basaba en varios años de ayuno hasta llegar al final en una posición de meditación para ser alcanzados por la muerte. Luego sus cuerpos eran conservados y eran venerados como un Buda viviente.