Dentro del mundo de las plantas, sin dudas la Mimosa es una de las más reconocidas gracias a su imponente color. Este la lleva a ser denominada como el “árbol de oro” y es oriunda de la región mediterránea.
Sin embargo, la adaptación que posee esta planta es el punto vital para que su especie pueda cultivarse en cualquier parte del mundo. En ese sentido, hoy te vamos a contar 5 consejos esenciales para poder criarla en una maceta y disfrutar de toda su belleza.
Elección de la maceta
Uno de los puntos más imponentes de la Mimosa es su sistema radicular, el cual puede llegar a adquirir grandes dimensiones. Esto nos lleva a prestar atención a la maceta que vamos a disponer para el cultivo de nuestra planta.
En este caso, se recomienda que la maceta tenga por lo menos el doble de tamaño que las raíces, lo que nos lleva a buscar un recipiente de 40 a 50 centímetros de diámetro. Además, es preferible que este sea de terracota, con sus debidos orificios en la base para drenar el agua y evitar la pudrición de las raíces.
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Sustrato
En cuanto al suelo, esta planta no es de las exigentes. Lo principal a tener en cuenta en este punto es contar con un suelo bien ligero que drene el agua en las mejores condiciones. Los encharcamientos llevaran a que la Mimosa se muera rápidamente.
Lo ideal es generar un sustrato rico en nutrientes y con poco ácido. Para ello se puede emplear tierra de brezo, tierra de maceta y algo de arena de río. La plantación debe realizarse en los primeros meses de primavera.
Ubicación
En cuanto a la ubicación, esta planta requiere de una exposición prolongada al sol para que pueda brindar todos sus colores. En tanto, el cultivo en maceta reducirá la humedad del suelo, por lo que habrá que estar atentos. En este caso, la Mimosa requerirá de al menos 4 horas de luz directa.
Mantenimiento
Por otra parte, el mantenimiento de esta planta es una cuestión vital, la cual se reduce principalmente al riego. En base a lo dicho anteriormente, la Mimosa no requiere de grandes dosis de agua y se recomienda dejar secar el sustrato por completo antes de volver a regar.
Invernando
Por último, dejamos un capítulo aparte para las temporadas de temperaturas bajas. Esto se debe a que la Mimosa no resiste las heladas, por lo que habrá que resguardarla durante estos meses.
Para ello, el cultivo en maceta es una opción ideal dado que la planta se puede trasladar al interior hasta que vuelvan a subir las temperaturas. En este punto, se recomienda un ambiente fresco y luminoso para que sobreviva sin dificultad.