Como la creatividad no tiene límites, la propuesta que hoy te traemos será la de reciclar algunas tapas de frascos para generar un hermoso reloj de pared siguiendo unos simples pasos.
De esta manera, verás cómo utilizando algunos objetos de reciclaje que seguramente tienes a mano en tu casa, podemos trasformar aquello que no tenía uso en un bello objeto de decoración.
Además, se suma el plus de poder hacerlo vos mismo poniendo en juego toda creatividad y habilidad para las manualidades para embellecer tus espacios de manera simple.
Si dudas, tus invitados no pasaran por alto este reloj de pared y posiblemente, muchos de ellos querrán saber cómo conseguiste hacerlo. ¡Manos a la obra!
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¿Cómo armar un reloj de pared?
Si bien son muchas las maneras que existen para responder a esta pregunta, la idea de hoy es hacerlo utilizando tapas de frascos de vidrio (preferentemente de aluminio). Para esta manualidad vamos a reciclar las tapas de varios tamaños: 1 más grande, 4 medianas y 8 más chicas.
Además, necesitaremos pintura blanca, un papel con estampas a tu gusto, pegamento (vinílico y silicona), barniz transparente, cinta trenzada (opcional) y un juego para reloj con sus correspondientes agujas.
Lo primero que debemos hacer será pintar todas las tapas de color blanco. Luego las cubriremos con una mezcla de pegamento vinílico y algunas gotitas de agua.
El objetivo es crear la base para pegar los diseños de estampas del papel. De esta manera, recortamos el que más nos guste y lo iremos añadiendo a las tapas. En este punto, cabe aclarar que solo lo haremos con la tapa grande y las 8 más chicas, reservando las 4 medianas.
Una vez que tengamos el diseño hecho, volvemos a pasar por encima una porción del pegamento con un pincel para garantizar que no se despegue con el uso.
Para las cuatro tapas medianas, lo que implementaremos será un stencil para añadirle números. Al tratarse de un reloj, vamos a utilizar el 3, 6, 9 y 12. Una vez que lo hayamos pintado (recuerda utilizar una pintura que combine con el diseño del resto de las tapas), aplicaremos una capa de barniz a todas ellas.
Por último, dejaremos un pequeño tratamiento para los bordes. Ayudándonos con el pegamento de silicona, los recubriremos con alguna cintra trenzada o bien algún listón de colores para sumar detalles estéticos.
Una vez que tengamos todas las tapas listas, procederemos al armado del reloj. Lo primero, será realizar un agujero en el medio de la tapa grande para introducir el motor que mueve las agujas. Atrás, se lo puede rellenar con cartón recubierto de una tela creando un fondo.
Una vez que tengamos el centro montado, lo siguiente será disponer el contorno. La clave es armar un reloj, por lo que comenzaremos con el 12, seguido de dos tapas pequeñas. Luego el 3 y así sucesivamente hasta completar la ronda completa.
Para pegarlos, utilizaremos silicona líquida para unir una tapa con la otra y lo reforzaremos por detrás con algunos palos de madera pegados. También podemos colocar algunas maderitas hacia el centro que nos ayudará con el diseño.
Para el final, centramos el alma del reloj en el centro y listo. Ya tenemos un hermoso reloj de pared hecho a partir de tapas de frascos recicladas y poniendo en práctica nuestra habilidad para las manualidades. ¡Anímate a hacerlo!