El 23 de julio de 2012 el observatorio solar stereo detecta una explosión de radiación y plasma en el Sol extremadamente potente. Afortunadamente, sucedió en el lado opuesto a la Tierra y pasó a ser conocido como el Evento Miyake.
Días después, la NASA anuncia que este Evento Miyake habría devuelto a la humanidad a la era preindustrial si hubiera pasado una semana antes, afectando a la totalidad del Planeta Tierra y provocando lo que se conoce como extinción masiva.
Las tormentas solares como el Evento Miyake son fenómenos naturales que se desencadenan por la actividad de nuestra estrella madre, aunque lo cierto es que son pocos comunes.
A lo largo de la historia, se ha conocido la mencionada en el año 2012 sin consecuencias para la Tierra, más el Evento Carrington en el 1859 donde una tormenta solar afectó las telecomunicaciones, las cuales para ese entonces se basaban en el telégrafo.
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Pero ya han pasado más de 160 años de evolución industrial en la Tierra, llegando a la década del 20 del siglo XXI con un mundo híper conectado a base de energía eléctrica.
Ante esto, la pregunta que surge rápidamente en la comunidad científica es conocer cuales serían los alcances de un fenómeno Miyake en la actualidad.
Retroceso
En base a la estimación de daños que aventuran los expertos, una tormenta solar de estas magnitudes podrían relegar a la humanidad a la era pre industrial, generando un caos social de consecuencias devastadoras.
En principio, cabe destacar que en la actualidad los generadores de energía no están preparados para resistir un impacto de estas características. Entonces, la organización social se vería desvastada ante la pérdida de la energía eléctrica y el Internet.
Las consecuencias de un Evento Miyake no solo que traería consigo un apagón mundial sino que además, dejaría la deriva trasportes aéreos y navales en las primeras horas sumado a la perdida de vidas humanas en centros de salud que no puedan llevar adelante intervenciones quirúrgicas o tratamientos electro dependientes como la diálisis, entre otros.
Además, el impacto en el mundo globalizado dejaría sin efecto gran parte del mundo financiero que hoy en día se maneja y se sostiene gracias a la Internet, provocando un desabastecimiento mundial que motivaría a las masas al caos total.
Ante las posibilidades de un futuro de tal magnitud, las predicciones más optimistas calculan que la renovación de generadores de alta tensión (los cuales explotarían uno tras otro en el impacto) tardaría al menos una década, relegando a la vida humana en ee planeta Tierra a un retroceso de un siglo, donde la supervivencia de la especie se basaba en el poder del individuo. En otras palabras, solo los más aptos podrían sobrevivir generando una nueva extinción masiva.
(Fuente: El Confidencial).