Cuando compramos plantas nuevas en un vivero sucede que están muy bellas, llenas de flores y súper radiantes. Sin embargo, luego de traerlas a casa muchas veces se ponen feas, tristes y pierden la floración. Eso sucede simplemente porque hay algunos secretos que los especialistas no te cuentan.
Si tu intención es que tus plantas se vean más lindas y radiantes que nunca, “Planeta Jardín” nos comparte 3 consejos muy interesantes para que puedas cumplir tu cometido. Siguiendo estos pasos, lograrás que tus especies puedan crecer sanas y fuertes, sin la necesidad de hacer grandes esfuerzos.
1. Adaptación de la planta
En los viveros, la mayoría de las especies están protegidas por un invernadero, es por eso que no reciben luz de manera directa. Por esa razón, antes de colocarlas en su lugar definitivo o exponerlas al sol, hay que tener en cuenta la adaptación.
Para que tu planta no se marchite es fundamental que la primera semana la expongas al sol una hora, la segunda semana 2 horas y así sucesivamente hasta notar que no sufre los cambios.
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2.Trasplantar a un nuevo recipiente
Es importante que dejes tu planta en la maceta en la que la compraste por un buen tiempo. Pasado unos días, debes trasplantarla a un recipiente mucho más grande que al anterior, para que sus raíces puedan seguir desarrollándose de manera natural.
3. No dejar de fertilizar
En los viveros, la fertilización de las distintas especies es constante para que no se echen a perder y así se puedan vender. Por ese motivo, es fundamental fertilizar tu planta cada 15 días para que pueda seguir creciendo, floreciendo y no se estanque en el proceso.