Las suculentas se han vuelto las plantas más elegidas por los amantes de la naturaleza y la decoración. Esto en gran parte es gracias a su variedad de formas y colores, pero, sobre todo, por sus fáciles cuidados. Sin embargo, hay quienes no pueden evitar que se les mueran contantemente.
Hoy te hablaré de las causas más comunes por las cuales tus suculentas no logran sobrevivir. Pero, además, te contaré cómo hacer de ahora en más, para que puedas detectar los síntomas que presentan cuando están corriendo riesgo. A continuación, toma nota de estos consejos, para que tus especies luzcan siempre radiantes.
Deshidratación
Cuando notes que tu planta tiene las hojas corrugadas es una alerta para que corras a regarla. Si bien muchos piensan que este es un signo de exceso de agua, es todo lo contrario. Suelen tener esta apariencia debido a que no las han regado en mucho tiempo. Así que atento a esta señal.
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Hojas amarillas
Este caso es el opuesto al anterior. Cuando estas plantas empiezan a ponerse amarillas o cafés es porque han recibido un exceso de riego y si continúan de este modo pronto morirán. Para que tu especie vuelva en todo su esplendor, es recomendable replantar en una maceta nueva, o colocarle un sustrato que esté seco. Evita regarla de inmediato.
Las plagas
Si has notado que de repente a tus plantas se le caen mucho las hojas y las empiezas a ver de color negro, blanco o grisáceo, es muy probable que en estén luchando con alguna plaga u hongo.
Te recomendamos colocarle a tus suculentas un insecticida casero a base de alcohol (70%) y agua (30%), y aplicárselo en las hojas con un rociador. De todas maneras, lo conveniente sería cambiarles el abono por uno nuevo, para evitar futuros problemas.