Las plantas trepadoras se han vuelto muy populares en los últimos tiempos, gracias a que embellecen cualquier espacio con sus hojas. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que estas especies necesitan de un tutor que sea natural para poder sostenerse y seguir creciendo.
Si bien el mercado nos ofrece soportes estéticamente atractivos a la vista, no todos funcionan correctamente sobre nuestras plantas trepadoras. Por ejemplo, existen guías hechas a base de fibra de coco, que son muy vistosas, pero no dan un resultado adecuado. Es por eso que hoy te traigo una serie de recomendaciones para que sepas cómo fabricar tu propio tutor de musgo de forma rápida y sencilla.
Antes de comenzar es preciso que sepas que el tutor de musgo es un elemento que se usa para que las plantas trepadoras de interior puedan trepar por él y adherirse con sus raíces aéreas. Estas especies, suelen agarrarse a la corteza húmeda de los árboles, pero al estar fuera de su habitad natural, nuestra guía cumplirá esa función. A continuación, te cuento el paso a paso.
Materiales:
- Accesorios: maceta, guantes, tierra, planta, alambre flexible y cortadores de alambre.
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- Caña de bambú o un palo de madera. El alto y el grosor dependerán del tamaño de la planta que tengas en la maceta.
- Musgo Sphagnum: es el más recomendable porque es uno de los que mejor mantiene la humedad y las plantas se sujetarán enseguida.
- Malla de alambre: de 60 a 90 cm de ancho. También puede ser plástica o de la que se usa para confeccionar telas mosquiteras.
Procedimiento:
1. Antes que nada, colócate los guantes de trabajo para evitar posibles accidentes. Luego sumerge el musgo durante unos 10 minutos en agua tibia para hidratarlo. Durante ese periodo, aprovecha para cortar la malla de unos 25 cm de ancho.
2. Enseguida enrolla la malla y sujétala con tiras de alambre. Acto seguido, escurre el musgo y ponlo dentro del cilindro que te ha quedado una vez que hayas terminado de enrollar la malla.
3. A medida que vayas agregando musgo, con la ayuda de la caña, empújalo hacia abajo para que se compacte bien y quede resistente.
4. Luego, cuando ya los hayas llenado, colócalo en una maceta junto a la caña o palo de madera.
5. Por último, pon la trepadora y rellena con una buena tierra húmeda, procurando de que el rollo, la guía y la planta queden firmes. Para terminar, tienes que sujetar el tallo y, poco a poco, la trepadora comenzará a adherirse.
Esperamos que te haya servido este simple consejo y que desde ahora en más, tu planta crezca más sana y radiante que nunca.