Con más de 2000 años, la civilización se ha adaptado a la vida en sociedad de manera tal que casi no existen barreras entre los países que conforman el planeta Tierra. Las telecomunicaciones, la energía eléctrica y el internet nos acercan cada día más a la vez que nos vuelven “prisioneros” de sus soluciones. En este sentido, esa especie encierro teledigital sería la ruina de la civilización al momento que el fenómeno Miyake impacte sobre todo nosotros.
El principal protagonista del Miyake sería nada menos que nuestra estrella madre: El Sol. Nuestro sistema (solar) gira a su alrededor continuamente y si bien se podría decir que nos da la vida, también sería en este caso el responsable de devolvernos sin escalas a la edad de piedra en menos de 72 horas.
La idea de vivir en esta especie de aldea globalizada que las sociedades han conformados a la vera de los avances tecnológicos, sería en el fondo la principal trampa para que ocurra lo que hoy parece inevitable.
Para dar un poco de contexto, nos remontaremos al siglo XIX. En el año 1859 tuvo lugar lo que se conoció como el evento Carrington, el primer antecedente registrado de este tipo de fenómenos. Por esos días, una tormenta solar impactó sobre la Tierra destruyendo las redes telegráficas de todo el planeta.
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El segundo hecho se dio en el 2012. En ese entonces, el sol volvió a reaccionar de manera similar pero con la suerte que lo hizo del lado opuesto del planeta evitando que las consecuencias no tengan consecuencias graves. Lo que sí dejo a la vista fue una clara certeza: en el futuro, será inevitable que vuelva a ocurrir.
Ahora bien, con la idea de que un evento de tales magnitudes esté latente y a merced del sol, los científicos aseguran que, de impactar contra la Tierra, sus consecuencias pueden ser devastadoras gracias al avance de la humanidad. Lo sucedido hace un siglo y medio a atrás, hoy tendría un alcance 10 veces mayor.
Un viaje en el tiempo
El fenómeno espacial conocido como Miyake se trata de una tormenta solar que, a agrandes rasgos, la atmosfera se cargaría con partículas cargadas de radiación que afectarían de lleno a los sistemas eléctricos y de comunicación que hoy sostienen nuestra aldea global.
En diálogo con El Confidencial, la Dra. Sangeetha Abdu Jyothi, profesora adjunta de Computación en la Universidad de California dio cuenta de las consecuencias devastadoras que podría causar este fenómeno.
Según sus especulaciones, el Miyake destruiría los cables de internet submarinos afectando directamente a sus principales repetidoras y como resultado manifestó que “básicamente volveremos a la Edad de Piedra. Especialmente con el tipo de densidad de población que tenemos en las grandes ciudades. Ni siquiera puedo imaginar lo que pasaría si ocurriera un evento a gran escala”.
Esta predicción se basa en que el mundo del siglo XXI se encuentra íntimamente relacionado por este tipo de tecnologías, las cuales almacenan datos a la vez que son primordiales para la distribución del agua potable o el correcto desempeño de la salud pública.
“Claramente habría desastres de salud pública, desastres de servicios públicos, desastres en la cadena de distribución de alimentos, desastres de la industria farmaceútica, inutilización de los hospitales, de los sistemas de pago. Todo caerá una vez que sufres un impacto en la más importante de todas la infraestructura, la red eléctrica”, vaticinó John Kappenman, un ingeniero estadounidense que lleva años investigando el fenómeno.
Una salida no tan clara
Si bien ha quedado claro que la humanidad no puede hacer demasiado para evitar que el Miyake se lleve a cabo, los expertos si manifiestan que hay formas de prevenirlo. Lo cierto es que, para ello, se necesita del compromiso gubernamental y sobre todo, de mucho dinero.
La cuestión pasa en que tanto los gobiernos como las empresas de energía deciden mirar hacia otro lado a la hora de invertir en la protección de la red eléctrica, dado que los costos son muy elevados.
“Ha habido una gran discusión sobre lo grave que puede ser este evento, pero las compañías eléctricas proponen medidas que son demasiado débiles para evitar esta catástrofe”, afirma John Kappenman dando cuenta del problema.
Sin embargo, en medio de la discusión ética y moral por el uso del dinero en el sistema capitalista, los expertos manifiestan que el fenómeno Miyake no solo es inevitable, sino que, de ocurrir bajo las condiciones en las que se encuentra el planeta, le podría llevar a la sociedad sobreviviente más de 10 años de recuperación.