Limpiar el inodoro es una de las labores domésticas que menos nos gusta, se puede posponer, pero trae consecuencias, ya que las bacterias se propagan rápidamente. Ahora te damos unos prácticos tips para hacer esta tarea más sencilla, utilizando simplemente un diente de ajo.
Hoy internet nos provee un montón de tutoriales para todo, pero en esta oportunidad es un truco que nos hace la vida un poco más fácil. Se trata de aprovechar las propiedades de la alicina, la sustancia que le da el olor característico al diente de ajo.
Dicha sustancia te ayudará a eliminar las bacterias y mantiene a raya a los hongos. Hasta Inclusive en los lugares donde estos se reproducen, como en tu inodoro.
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Esta sustancia desempeña una acción fundamental en la defensa del diente de ajo contra sus atacantes: insectos, hongos y bacterias existentes en la fauna propia del suelo. Y asimismo protege esta especie, contra nosotros, que nos queremos comer sus deliciosos bulbos.
¿En qué consiste el truco?
Esta práctica realmente funciona y es muy simple, lo único que tienes que hacer es poner un diente de ajo pelado en tu inodoro. Lo ideal es hacer esto por la noche, ya que usas el baño con menos frecuencia y durante ese tiempo de reposo, las propiedades antioxidantes de la alicina, comienzan a accionar.
Posteriormente, descarga el inodoro por la mañana. Si haces esto dos veces por la mañana, el ajo ayudará a mantener tu inodoro libre de moho. Lo que también hay que aclarar, es que para una mejor limpieza es aconsejable complementar esta práctica con la limpieza habitual.
Con este truco que explicamos podrás acelerar un poco más la limpieza de tu inodoro. Con estos simples pasos, utilizando un diente de ajo, estarás libre de bacterias y hongos en tu baño, así que ahora ¡Manos a la obra!.