En plena estadía en Buenos Aires para disputar el Rugby Championship frente a Los Pumas, los All Blacks volvieron a robarse las miradas… pero esta vez fuera de la cancha. El martes, en una calle céntrica y congestionada, tres de sus jugadores protagonizaron una escena digna de película: levantaron una camioneta que había quedado atrapada entre la vereda y un poste.
Damian McKenzie, junto a los hermanos Beauden y Jordie Barrett, no dudaron ni un segundo. Al ver el vehículo con la parte trasera montada sobre un separador de calzada, se acercaron con naturalidad y se organizaron como si estuvieran en una jugada ensayada. Uno se posicionó junto a la rueda izquierda, otro a la derecha y el tercero en la parte trasera. Con una sincronía impecable y una dosis de músculo que dejó boquiabiertos a los testigos, lograron devolver la camioneta a la calle.
La escena, capturada por transeúntes y automovilistas, no tardó en explotar en redes sociales. Los comentarios celebraban tanto la fuerza como la humildad de los jugadores, que se ganaron un lugar en el corazón porteño. Esta anécdota se suma a otras perlitas de su paso por Argentina, como la visita a La Bombonera, donde se mezclaron con los hinchas y cantaron como uno más en el clásico entre Boca y Racing.
Lo curioso es que este tipo de gestos ya parece una costumbre para los All Blacks. En una gira por Francia, hace dos años, también se pusieron manos a la obra para mover una camioneta que bloqueaba el paso de su autobús. Más allá del talento deportivo, el equipo demuestra que la solidaridad también forma parte de su ADN.