La noche del Red Bull Arena quedará grabada en la memoria de los fanáticos: Lionel Messi, con 38 años, se adueñó del partido y lideró la aplastante victoria del Inter Miami por 5-1 frente al New York Red Bulls. Con dos goles, una asistencia y una actuación electrizante, La Pulga devolvió la confianza al equipo tras la caída ante Cincinnati y dejó claro que su magia no conoce edades ni fronteras.
Desde el pitazo inicial, el conjunto de Florida impuso condiciones. Messi no tardó en abrir el marcador, y luego se vistió de asistente para que Jordi Alba extendiera la ventaja. El venezolano Telasco Segovia se sumó a la fiesta con un doblete, coronando una noche redonda para los de rosa y negro. Más allá del resultado, fue la presencia de Messi lo que convirtió el encuentro en un espectáculo de escala global: cada jugada suya fue celebrada incluso por la hinchada local, como si de un héroe propio se tratara.
Los números del capitán hablan por sí solos: acumula 18 goles en 18 partidos de la temporada de la MLS, con doce anotaciones en sus últimos siete encuentros. Seis de ellos han sido dobletes, y cada actuación refuerza su estatus como fenómeno que trasciende lo futbolístico. Su impacto es tal que convierte cada duelo del Inter Miami en una cita obligada para medios, fanáticos y figuras del deporte de todo el mundo.
Uno de esos admiradores es Javier Mascherano, quien no escatimó elogios tras el encuentro. “Cualquiera que ame el deporte siente devoción por figuras como Messi, Michael Jordan o Rafa Nadal”, dijo el excompañero y actual entrenador. Masche destacó no solo el talento del diez, sino su capacidad para ser ejemplo: “Trascendió el fútbol y se convirtió en un modelo de deportista. Somos privilegiados de vivir esta era tan de cerca”, confesó con emoción.
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La MLS vive una revolución silenciosa, y en el centro de ese terremoto está Lionel Messi, aún vigente, aún mágico. Porque cuando él toca la pelota, el fútbol cobra un brillo diferente.