La cuenta regresiva comenzó para uno de los encuentros más esperados del año futbolístico: Argentina, campeona de América, y España, reina de Europa, ya tienen marcada en el calendario su cita por la Finalissima 2026. Será entre el 23 y el 31 de marzo, en plena ventana FIFA, aunque con una pequeña nota al pie que aún genera incertidumbre.
El dilema radica en los posibles repechajes europeos rumbo al Mundial 2026. Aunque La Roja tiene un camino accesible en las Eliminatorias —con partidos ante Bulgaria, Turquía y Georgia entre septiembre y noviembre— una clasificación directa es crucial. Si España debe disputar el repechaje en marzo, la Finalissima correría peligro de mudarse a junio, algo que ambas federaciones quieren evitar para no cargar la antesala del Mundial.
La sede del partido también es una incógnita. Conmebol expresó desde el inicio su intención de llevar el evento a tierras sudamericanas, como contraparte al Wembley londinense, escenario del triunfo argentino en 2022 frente a Italia. Sin embargo, los petrodólares de Medio Oriente podrían torcer la balanza: Arabia Saudita y Qatar se perfilan como opciones tentadoras para recibir a Lionel Messi, capitán albiceleste y ocho veces ganador del Balón de Oro, frente al joven prodigio español Lamine Yamal.
La Finalissima no será solo un partido por un trofeo: será una postal anticipada del choque de generaciones, estilos y pasión que define al fútbol. Y mientras el mundo observa a España sellar su pasaje mundialista, la pelota ya comienza a rodar en los corazones de millones.