La calathea zebrina es una hermosa planta de interior de origen amazónico. Sus hojas son el principal atractivo, con patrones y colores variados que van desde el marrón, varios tonos de verdes, incluso el blanco y rosa. Suelen tener forma alargada, ovaladas o lanceoladas y una textura aterciopelada que llama mucho la atención.
Para disfrutar esta bella planta tropical, se requieren algunos cuidados específicos que, si bien no son demasiado complejos, hay que dedicarle tiempo, amor y sobre todo constancia. A continuación, te compartimos una guía para que conozcas los cuidados principales y que tu calathea crezca exuberante.
Guía de cuidados
En primer lugar, hay que tener en cuenta la temperatura. Al ser una planta de clima tropical, lo ideal es que esté expuesta a una temperatura estable de 21 grados. Es importante que la temperatura no baje de los 15 grados porque provoca decaimiento e incluso la planta puede morir.
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Tampoco tolera las corrientes de aire, ni el estar cerca de una fuente artificial ya sea de frio o de calor.
Otro aspecto a tener en cuenta es la iluminación. Esta debe ser abundante e indirecta, es fundamental para la belleza de sus hojas.
Cuando mas claras sean sus hojas, mas necesidad de luz tiene. Si las hojas comienzan a retorcerse o decolorarse, es síntoma de que la planta recibió demasiada luz directa y debemos moverla de lugar.
El riego debe ser regular y hay que evitar los encharcamientos. Lo ideal es regarla cada dos días en verano y una vez a la semana en invierno.
La humedad es muy importante, tiene que ser constante y moderada. Se recomienda colocar bajo la maceta un plato con agua y una cama de piedras o guijarros. De esta forma, tendrá su propia atmósfera húmeda sin que las raíces entren en contacto con el agua.
Otra tarea obligatoria es trasplantarla cada dos años para que tenga un buen crecimiento y renovar el sustrato. Lo ideal es utilizar un sustrato para plantas verdes que contenga perlita y también se debe añadir una dosis de humus de lombriz para mejorar los nutrientes del suelo.
El abono es parte muy importante del crecimiento de la calathea. En primavera y verano hay que abonarla de forma regular con un abono liquido para plantas verdes disuelto en el agua de riego.
Mantener las hojas limpias también es parte del bienestar de la planta. Cada cierto tiempo de puede pasar un paño mínimamente húmedo por el follaje.
Por último, hablaremos de los hongos y plagas, son grandes enemigos de la planta, sobre todo cuando no aplicamos el riego adecuado.
Si reconoces alguna que alguna plaga u hongo esta afectando a la calathea, se debe tratar inmediatamente con un fungicida.