Dentro del mundo de las frutas, la sandía suele ser una de las más exóticas, sobretodo por el tamaño que alcanza el fruto. Pero pese a ello, es posible cultivarla en un jardín o terraza utilizando macetas.
Siguiendo unos simples pasos conocerás como conseguir que la planta de sandía prospere de manera adecuada para poder disfrutar de su delicioso y refrescante sabor. Además, notarás que estas suelen ser mucho más ricas que las que se consiguen en la verdulería.
Macetas y germinación
A la hora de elegir la maceta adecuada para cultivar nuestras propias sandías, lo que debemos tener en cuenta es que esta planta presenta una raíz pivotante larga.
Esto significa que necesitaremos un recipiente que sea lo suficientemente profundo para garantizar que la planta sobreviva sin demasiadas complicaciones. Para ello se recomienda un cubo de al menos 60 cm de alto y la mitad de ancho.
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En cuanto a la tierra, necesitaremos un sustrato que permita el drenaje y la retención de humedad. Es importante que no se exceda en el riego ya que esto podría pudrir las raíces y acabar con la planta.
Teniendo en cuenta que los brotes de sandía no soportan el trasplante, lo mejor será plantarlos directamente en la maceta que vamos a utilizar. Para ello colocaremos 3 o 4 semillas enterradas en 1 cm de profundidad y separadas entre si por 5 cm. Regamos bien la primera vez y luego lo hacemos diariamente con poca agua.
La mejor época para sembrar sandías es al final del invierno y comienzo de la primavera cuando la temperatura supere los 19º C. A los pocos días, comenzarán a parecer los primeros brotes.
Riego
Las sandías necesitan mucha agua, por lo que debes regarlas con frecuencia. Durante las primeras semanas, debes regarlas a diario sin mojar las hojas. Cuando empiezan a desarrollarse, debes reducir el riego.
Suelo
Las sandías prefieren climas templados a cálidos, con temperaturas óptimas de entre 20 y 25°C. El sustrato debe tener un buen drenaje, y el suelo debe estar húmedo y fertilizado. El sustrato debe mantenerse húmedo, pero sin mojar las hojas, sobre todo si las temperaturas son altas.
Apoyo
Cuando la planta empiece a crecer, necesitará mucho apoyo. Puedes utilizar un enrejado o algún tipo de soporte para sus viñas. También se le pueden crear “hamacas” para sostener los frutos con hilo, cuerdas o tejidos.
Si sigues estos consejos, tus plantas crecerán rápidamente y comenzarás a ver los primeros frutos en sus ramificaciones. Por lo general, las sandías se pueden cosechar entre los 80 o 90 días de la siembra o 30 o 50 días después de la floración.