La jardinería tiene sus secretos y claves para lograr el jardín perfecto. Uno de ellos es la manera perfecta de atraer polinizadores. Estas pequeñas criaturas, abejas, mariposas o colibríes, desempeñan un papel vital en la reproducción de las plantas, asegurando la diversidad y abundancia de flores y frutas.
El día de hoy desvelaremos los secretos mejores guardados que hay en la magia de los polinizadores y compartiremos consejos prácticos para convertir tu jardín en un paraíso irresistible para ellos.
La polinización es un proceso esencial que permite a las plantas reproducirse y dar frutos. Sucede cuando el polen, que contiene las células reproductoras masculinas de una flor, es transferido a la parte receptiva de la flor llamada estigma. Este intercambio de polen puede ocurrir tanto dentro de una misma flor (polinización autógama) como entre flores de plantas distintas (polinización alógama).
Te podría interesar
Cada polinizador tiene características específicas que los hacen eficientes en el proceso de polinización. Por ejemplo, las abejas son conocidas por su comportamiento constante de búsqueda de néctar y polen, mientras que los colibríes son atraídos por flores brillantes y tubulares. Este maravilloso equilibrio entre plantas y polinizadores crea una simbiosis esencial para la biodiversidad y la producción de alimentos.
Consejos para atraer polinizadores
En primer lugar, es importante tener plantas que atraigan polinizadores y complacer las exigencias de los polinizadores con una diversidad de flores que satisfagan ambas necesidades como las bergamotas que son unas favoritas de las abejas, son también una rica fuente de néctar. Las plantas con flores simples tipo girasoles, como las equináceas, rudbeckias bicolores, ásteres y cinias, generalmente proveen polen y néctar. Las hierbas florecientes, como la lavanda, también son una gran opción.
Colocar plantas nativas en el jardín es importante para los polinizadores y otra vida silvestre. Es que los insectos nativos tienen relaciones especiales con las plantas nativas de sus regiones específicas.
Por otro lado, es clave planificar y sembrar el jardín. Hay que elegir un lugar con luz solar plena y directa, una buena protección contra el viento, especialmente para las mariposas que prefieren descansar o alimentarse en lugares protegidos.
El jardín tiene que tener flores que florezcan a etapas escalonadas durante todo el año y flores que duren mucho tiempo. Se recomienda para que los polinizadores puedan forrajear sin agotar su energía. Podes combinar plantas anuales, perennes y comestibles.
Si quieres sembrar plantas especiales que acogen a orugas, debes tener en cuenta que hay que sacrificar las hojas de las cuales se alimentan las orugas, pero eso significa que habrá más mariposas cuando estas maduren.
Los elementos como bebederos, comederos, fuentes de agua, piedras o guijarros, áreas de tierra despejada sin mantillo, refugios como cajas para mariposas o aves van a atraer muchos polinizadores y aves. Siempre aporta alimentos específicos para cada insecto.
Por último, recomendamos usar pesticidas de manera responsable, siempre y cuando sea necesario la aplicación del mismo. Es importante reconocer y diferenciar insectos beneficiosos de los insectos dañinos para tratar las plantas afectadas de la mejor manera.
Hay que aplicar pesticidas a horas tempranas de la noche cuando el nivel de actividad de los insectos disminuye. Además, los polinizadores suelen ser más activos en horas del mediodía cuando el sol estimula la producción de néctar en las flores.
Es sumamente importante ser cuidadoso y evitar rociar las flores abiertas ya que puede haber abejas descansando en el interior o alguna mariposa puede pasar para libar el néctar.
Con estos simples consejos vas a lograr que tu jardín sea un rincón acogedor para abejas, mariposas y aves y así disfrutar de la belleza de la naturaleza.